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El Telégrafo
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Entrevista / Tatiana Hidrovo/ Historiadora y directora de ciudad Alfaro

Hidrovo: "Hay que fomentar una política que no banalice el museo"

Hidrovo: "Hay que fomentar una política que no banalice el museo"
Foto: Alfredo Piedrahíta / EL TELÉGRAFO
20 de marzo de 2017 - 00:00 - Redacción Cultura

Durante 5 años se ha desarrollado un proyecto de investigación científica continua en el cerro de Hojas-Jaboncillo, considerado uno de los yacimientos más importantes de América Latina. Este sitio es aledaño a las comunidades manabitas de Picoazá, Pepa de Huso y La Sequita.

Está bajo la custodia de Ciudad Alfaro, el lugar donde se gestó la Constitución de 2008 y donde se rememora la figura del general Eloy Alfaro Delgado, precursor de la Revolución liberal en el país.

Durante ese período se identificó en el cerro 547 edificios a lo largo de 400 metros cuadrados; edificios de poderes hechos de estructura de piedra con techos a 2 aguas, organizados en 50 barrios. Cada uno cumple un rol político, ritual y de producción.

En abril, Tatiana Hidrovo, presidenta ejecutiva del Centro Cívico Ciudad Alfaro desde su inauguración, culminará su período de trabajo con expectativas sobre su desarrollo.

¿Cómo se ha dinamizado Ciudad Alfaro y el Complejo Hojas Jaboncillo durante estos 5 años de inversión?

La idea era institucionalizar ese espacio. Ciudad Alfaro recibió la encomienda de trabajar por la recuperación de la memoria y el patrimonio y a través de un acuerdo de la Asamblea Nacional se solicita la recuperación de los cerros aledaños, donde existen evidencias de asentamientos de la cultura manteña. Se define un polígono patrimonial de 3.500 hectáreas y, mediante un acuerdo, el Ministerio de Cultura declara este espacio patrimonio cultural. Ciudad Alfaro inicia un proyecto de revalorización del patrimonio y, por otra parte, uno de investigación.

En la larga historia de la arqueología ecuatoriana, con investigaciones hechas por ONG de afuera, con cortos lapsos de investigación, y un período importante que llevaba la Espol, por primera vez se desarrolla desde lo público un proyecto de investigación científica con una noción del patrimonio.

¿Cómo vincular este sitio a la comunidad y a una actividad turística constante?

En 5 años el proyecto ha estado abierto, inauguramos la última parte recientemente y ha recibido más de 44 mil visitantes. La idea es que sea un gran destino cultural. El Ministerio de Turismo tiene que desarrollar visitas. Hay que fomentar una política que no banalice el museo, su rol científico, como espacio de reflexión y conocimiento. Tiene que ser un centro de investigación conectado con la sociedad, con el turismo. Por el momento también estamos generando una propuesta de artesanías.

¿Tiene que ser un espacio diferenciado de los otros museos?

Normalmente estos han sido museos de arte. Se identifican objetos arqueológicos guardados en bodegas con información muy limitada. Acá tenemos toda la información científica: de qué casa es el objeto, su élite de pertenencia. La arqueología ecuatoriana rompe la desigualdad con otras arqueologías. Es la oportunidad para que se articule con la Escuela de Arqueología de la Espol y cosechar.

¿Hubo un diálogo ya con la Escuela de Arqueología?

Siempre ha estado abierto porque Jorge Marcos, quien lleva la escuela, empezó el proyecto de sitio en Hojas-Jaboncillo. Él fue el director científico del proyecto en su fase inicial y es quien propone que esta es una ciudad centro del Estado manteño. Él desarrolla las primeras investigaciones a partir de esta hipótesis. Este contacto tiene que ser articulado entre el Instituto de Patrimonio Cultural, Hojas-Jaboncillo y la Espol. También hemos conversado con la Universidad de las Artes para desarrollar la articulación de la estética, la simbología de esta cultura. (I)

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