Giovanni Paredes, un pianista con cuatro profesiones
Una casa esquinera en av. Las Monjas y calle 3.ª, en Urdesa, fue diseñada por Giovanni Paredes, guayaquileño que ejerce como arquitecto, ingeniero, abogado y, cada cierto tiempo, ofrece recitales de piano, como el de este miércoles.
Ahí obras de Franz Liszt serán interpretadas en la primera parte. Inicia con Estudio de Concierto No. 3, seguido de tres de las 19 rapsodias del compositor húngaro (No. 10, 6 y 2) y finalmente La Campanella.
A las piezas de Liszt, Paredes las considera un desafío por su dificultad. “Uno se da cuenta al ver cómo se mueven las manos”, dice.
En la segunda parte sonará Gran polonesa brillante (Frederic Chopin); Concierto de Varsovia (Richard Addinsell) y Capricho español (Moritz Moszkowski). La primera de estas es parte de la banda sonora de El pianista.
Paredes, de 63 años, combina su tiempo para ejercer cada una de sus profesiones, en las que se desempeña de forma cíclica, pues le gusta dedicarse por completo a cada proyecto.
“Cuando estoy con el piano o dibujando un proyecto, me cierro”, dice este guayaquileño que cuenta además con una maestría en Gerencia Educativa y otra en Derecho Procesal Civil.
Actualmente está volcado al recital del miércoles, pues es enfático en que “no se trata solo de tocar, hay que realmente estudiar”.
Énfasis que se explica por un momento de 1979, crítico para su aprendizaje. En su último año en el Conservatorio Antonio Neumane, su tutor era el georgiano Alexander Talabadze.
Su método era muy exigente. “Pedía de un día para el otro que aprendiera sonatas de Beethoven”, cuenta Paredes, que cursaba dos carreras universitarias.
Cuando le pidió a la rectora de entonces, Beatriz Parra, que fueran menos estrictos, ella respondió: “Hay gente que sueña con becas para irse a países que no conoce y aprender con maestros así, y usted, que lo tiene aquí, lo está despreciando”.
El recital es este miércoles (20:00) en el Teatro Centro Cívico (Av. Quito y Bolivia). La entrada es libre. (I)