Publicidad

Ecuador, 28 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La propuesta del músico es un ejemplo singular de etnografía, construcción instrumental e interpretación artística

Ganchozo sonorizó la memoria en Bogotá

Ganchozo sonorizó la memoria en Bogotá
18 de agosto de 2015 - 00:00 - Raúl Vallejo Corral. Especial para EL TELÉGRAFO

La sonoridad de la caña guadua cobija en su vientre la música del terruño que llena cada rincón del teatro. La vitalidad de los artistas copa el escenario. Las canciones fluyen igual que los ríos del litoral ecuatoriano, con la fuerza del agua que no se detiene y el bramar de la corriente que irrumpe en medio de la exuberante vegetación.

El maestro Schuberth Ganchozo se entrega al público en cada canción y lidera un ensamble de músicos excepcionales. Los instrumentos musicales, construidos por este lutier de padre manabita y madre fluminense, son parte de una imaginería que los hace únicos. El programa del concierto ‘Volando sobre Ecuador’, de Bambú Ensamble, está estructurado para mostrar la música de los cuatro mundos de nuestro país: las canciones son una representación sonora y rítmica de la Amazonía, los Andes, la Costa y Galápagos.

El amorfino, música montuvia ecuatoriana, es el protagonista de un concierto que conjuga el alza, pasillos, pasacalles, currulao, y, en ocasiones, los funde con ritmos contemporáneos. La caña guadua, que crece en nuestra tierra hace doce mil años, se muestra ennoblecida en las tonalidades que la vuelven elemento fundamental de instrumentos nuevos por la invención de su lutier, y viejos por la tradición cultural que acumula la caña en su materia vegetal.

La propuesta de Ganchozo hace de nuestra música un ejemplo singular de etnografía, de construcción instrumental, de interpretación artística y, sobre todo, de esa representación cultural que nos identifica como una cultura diferenciada en el mundo. “Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas”, dijo José Martí en ‘Nuestra América’; en este caso, el arte musical de Occidente está presente en la formación de Ganchozo y su ensamble, y el tronco en el que se inserta es el de nuestra caña guadua.

La naciente Universidad de las Artes bien podría sumar, ampliar y profundizar este trabajo musical -que Ganchozo ha desarrollado durante muchos años de entrega personal- a su proyecto académico: talleres de experimentación sonora y formación de lutieres, composición musical basada en las investigaciones de nuestra tradición popular, formación de una orquesta de instrumentos musicales de bambú -como ya existe, en Quito, la Orquesta de Instrumentos Andinos-; en fin, enormes posibilidades de desarrollo artístico que nos harán únicos en el ámbito musical del mundo.  

Los conciertos de Ganchozo y Bambú Ensamble, en Bogotá, tuvieron una fervorosa acogida: no fue solo la novedad de los instrumentos y la entrega de los artistas en el escenario; fue, sobre todo, el virtuosismo de los músicos y la musicalidad inédita que los asistentes vivieron y de cuyo ritmo se contagiaron en tres noches inolvidables, hechas de la sonoridad memoriosa de nuestra caña guadua. Los integrantes del ensamble fueron Luis Gálvez, Luis Larrea, Isaac Ganchozo, Marcel Ferrer, Joan Álvarez y Joffri Campins. Gracias a todos ellos por el arte y la vida que derrocharon. (O)

Contenido externo patrocinado