El lunes 20 de abril se proyectará tulpan, de Sergei Dvortsevoy
Filmes rusos y peruanos se exhibirán en el MAAC
La Dirección Cultural Guayaquil ha organizado dos ciclos fílmicos en el auditorio del MAAC. El primero es de cine peruano, junto con el consulado general de Perú, y se desarrollará desde mañana, a las 19:00, hasta el domingo 19 de abril.
El segundo será de cine ruso, que iniciará el lunes 20 y concluirá el viernes 24 de abril. La entrada a las funciones será gratuita.
El ciclo peruano iniciará con Paloma de papel, de Fabrizio Aguilar, que fue estrenada en 2003. La historia -ambientada en los últimos años de la década del 80- gira en torno a Juan, un joven encarcelado por terrorismo en una prisión de Lima, a quien le conceden la amnistía.
Mientras regresa a su casa en un bus interprovincial, recuerda varios acontecimientos cuando tenía 10 años y vivía con su madre en su pueblo, rodeado de guerrilleros en las colinas y donde no tenía otra salida que aliarse a ellos, ya que lo amenazaban con matar a su progenitora.
Los otros filmes serán Ojos que no ven, de Francisco J. Lombardi; Polvo enamorado, de Luis Barros y protagonizada por Gianella Neyra; y Pantaleón y las visitadoras, también de Francisco J. Lombardi y basada en la novela de Mario Vargas Llosa.
Mientras que en el ciclo ruso las películas que se proyectarán son Tulpan (2008), de Sergei Dvortsevoy; Todo va a estar bien (1995), dirigida por Dmitry Astracán; Programa de dibujos, del animador, actor, guionista y productor Garry Bardin; Caminos a Koktebel, ópera prima de Boris Khlebnikob y Alexei Popogrebsky; y Ladrón, del director Pavel Chukhrai.
En el caso de las películas soviéticas, Tulpan -que abrirá el ciclo- es una producción entre Kazajistán, Rusia, Alemania, Polonia y Suiza. Con cámara en mano y sin ninguna ambientación musical, la propuesta de Dvortsevoy plasma la rutina esteparia de las yurtas (chozas de los nómadas kazajos).
La trama se basa en la eterna disyuntiva entre campo y ciudad. Asa, un muchacho que sirvió en la marina, quiere ser pastor y busca esposa. Lo que en un principio es más relevante para él, la difícil conexión con la amada, quien paradójicamente -por haber vivido siempre en la estepa- desea marcharse a la ciudad y prosperar como el medio para lograr el fin, el rebaño, que le será negado mientras no forme una familia. (I)