El Salón de la Mujer premió a la naturaleza y la feminidad
“Si las mujeres seguimos guardando silencio, la historia siempre se va a escribir en masculino”, señala Marlene Wentzel en su libro Ser mujer, moderna y primitiva. Una frase que motivó a la artista plástica Silvia Quezada, ganadora junto con Gloria Cobos del concurso de pintura del Salón de la Mujer, organizado por la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas.
Durante el evento de premiación, efectuado el pasado 6 de marzo y presidido por su presidente Fernando Naranjo, las artistas que compartieron el premio expusieron los tópicos que las inspiraron a crear sus lienzos. Estos fueron seleccionados de un total de 58 que participaron y que junto a otros 28 cuadros se exhibirán en la pinacoteca este mes.
“Pienso que la tierra es una mujer productiva que nos da todo y alimenta a la humanidad; creo que debe tener mucha ira y por eso cuestiono a Dios sobre lo que pasa, pero no es él, sino nosotros los encargados de destruirla”, dijo Cobos refiriéndose a su gusto particular por la naturaleza, tema que plasmó en la obra Ira terrena.
El jurado integrado por las artistas Alla Kondratova, Natalia Demtchenko, Magdalena Hollander y Martha Rizzo resolvió que las obras de Quezada y Cobos fueron relevantes porque “rinden tributo a la plástica, la expresión, conceptualización, articulación, identificación de las tendencias contemporáneas que la sociedad exige en el mundo de la creación, innovación e imaginación del mundo artístico que comprende aspectos sociales, políticos conceptuales y culturales(...)”.
Silvia Quezada enmarcó en su lienzo a una mujer desnuda portando un chal de flequillos sobre su hombro izquierdo. Así representó a las mujeres y su lucha para romper los estigmas impuestos de una sociedad que la pinta de frágil y sumisa.
“Esto me ha llevado a hacer una serie de obras relacionadas con la feminidad y a plantearme lo que es la mujer. Justamente mi intención era reflexionar el término de lo que significa ser femenina”, expresó la artista especializada en la exploración de varios estilos en los que emplea materiales reciclables.
Quezada sostiene que hay que reformular nuevos sentidos para regenerar su relación con esta sociedad que le impone ideas mediáticas con miradas masculinas.
Enfoques sociales
Doris Arboleda lleva 10 años participando en el Salón de la Mujer. Su cuadro El color de la vergüenza refleja la problemática del abuso infantil elaborado con una técnica mixta de acrílico y óleo.
“Los niños, al ser los más indefensos, lo único que tienen para salir de la tristeza y lo que les ha pasado respecto a las violaciones es la libertad que represento en cometas y a ellos en flores que se están desmembrando”, comenta.
En cambio, Elvira Carrión se inspiró en el pasillo ‘Sombras’, cuando sacaba en la guitarra sus acordes. “Mi cuadro refleja el cariño que debe haber para la mujer porque es un hombre abrazándola”, detalla la pintora sobre su óleo en lienzo, de 70 x 50, titulado Arte, amor y cariño.
Karla Rodríguez plasmó las culpas de la mujer en Caperucita feroz y el lobo blanco.
“Es un antagonismo donde expreso que en la hermosura y belleza de la mujer sonreímos un poquito, batimos las pestañas, pero somos las que hacemos el conflicto y nos equivocamos, culpamos al lobo de todo eso cuando en realidad no ha tenido nada que ver”, dice esta joven que usó tinta china y lápiz de color.
Pidieron mayor inclusión
El foro fue aprovechado por las participantes para solicitar la inclusión de fotógrafas, diseñadores e ilustradoras en una siguiente edición del Salón de la Mujer.
Naranjo aceptó las sugerencias mas hizo una observación sobre la participación de la féminas en las artes. Respecto a una población del 50,48% de mujeres frente a un 49,52% de hombres -a nivel nacional- constató que este porcentaje no se refleja en las artes y reveló que su presencia laboral en la CCG logra el 30%.
“En 10 años del Salón de Octubre han participado como 250 pintores en general ¿cuántos de esos eran mujeres? Solo 16, lo que implicaría el 6,5% del total y me figuro que la mujer que se ocupa del 50% de la carga poblacional debe tener mucho qué decir y es probable que la presión social haya ocasionado este asunto, pero también percibimos que la mujer se ha inhibido por voluntad propia”, argumentó el presidente de la CCG. (I)