El caricaturista argentino recibió en 2012 la medalla de la orden de las artes y las letras de francia
El Príncipe de Asturias reconoce la labor de Quino (VIDEO)
Han pasado 50 años, y las tiras de Mafalda no han perdido vigencia. La historieta más popular de América Latina es todo un clásico, y eso es lo que reconoció ayer el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, entregado este año al caricaturista argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido popularmente como Quino.
La condición universal de Mafalda, una niña “inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible” que sueña con cambiar el mundo ha pesado de forma decisiva para que Quino lograse el galardón.
Esta es la primera vez que el premio recae en un humorista gráfico, aunque en ediciones ya fueron candidatos a este galardón otros, como el español Forges.
El jurado, presidido por el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, quiso en esta ocasión saldar la deuda que tenía pendiente con este género y, prácticamente por unanimidad, ha reconocido el trabajo de este dibujante multipremiado, que alcanzó fama internacional con la creación del universo de Mafalda.
VIDEO
El acta del jurado, hecha pública ayer en la capital de Asturias (norte de España), destaca cómo esa niña de melena corta y negra, vestida con trajes de lunares, “percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles” y cómo sueña con cambiarlo por otro “más digno, justo y respetuoso con los Derechos Humanos”.
Este 2014 ha sido un año sumamente agitado para Quino: Fue el autor estrella de la pasada edición del Festival de Historietas de Angulema (Francia), el más importante de su género en Europa, o la Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires (Argentina), la más grande de América Latina.
Y no es para menos: El mundo de las artes y las letras celebra la universalidad de este autor hijo de andaluces que con el lápiz más certero nos dibujó el mundo en pequeñas viñetas de 3 o 4 cuadros que mostraban historias como la de una Mafalda que soñaba que un hombre rico le vendía una figura a escala de la estatua de la libertad sin llama, que en realidad era un encendedor, porque la llama de la libertad “se enciende al oprimirla”.
En una viñeta que le rendía homenaje al autor de Mafalda, otro caricaturista, Miguel Rep, afirmaba que “Quino anda 10 centímetros por encima del suelo, no como el resto de los mortales”.
Nacido el 17 de julio de 1932, el apodo del dibujante, Quino, es como le llamaban para distinguirlo de su tío Joaquín, un ilustrador que le despertó su vocación de dibujante.
En 1963 publicó su primer libro de humor, “Mundo Quino”, una recopilación de sus dibujos.
Mafalda apareció por primera vez en ‘Gregorio’, el suplemento de humor de la revista ‘Leoplán’, el 29 de septiembre de 1964, y pasó a publicarse regularmente en el semanal ‘Primera Plana’, de Buenos Aires.
Los amigos de la pequeña, el materialista Manolito, el soñador Felipe, la chismosa Susanita, el inocente Miguelito, el tierno Guille y la izquierdista Libertad, ayudaron a componer un mosaico social que trascendió fronteras, pues las tiras fueron traducidas a 30 idiomas y llevadas al cine y la televisión.
En la tira se refleja el mundo que rodeaba a Mafalda en la década de 1960, las inquietudes sociales y políticas de una familia de clase media argentina, tan comunes a tantas sociedades: la injusticia, la guerra o el racismo.
El premio está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia.
Quino ha recibido varios galardones, como la Medalla de la Orden de la Artes y las Letras de Francia y la insignia de oficial de la Legión de Honor francesa.
Aquellas tiras de hace medio siglo “todavía pueden aplicarse a cuestiones de hoy, la temática sigue muy vigente y es muy entendible”, dijo en enero pasado Quino, que vive aún en la “sorpresa” del éxito de su trabajo.