El ‘Ekeko’ es el protagonista de la Navidad en Bolivia
El Gobierno boliviano organizó desde el pasado lunes por primera vez un acto para destacar la importancia del Ekeko, el dios de la abundancia para las etnias de la zona altiplánica, dentro de la llamada Navidad andina y el solsticio de verano austral.
El Viceministerio de Descolonización realizó una ceremonia para reivindicar la figura de esta ‘illa’ (deidad) en la plaza Murillo de La Paz, donde se encuentran el Palacio de Gobierno y el Parlamento.
En el lugar se exhibió un cartel con la imagen de uno de los ekekos más antiguos de Bolivia, que actualmente se encuentra en un museo en Suiza, a donde fue llevado hace 155 años por un diplomático de ese país y que ahora el Gobierno boliviano intenta recuperar.
También se colocaron figuras de arcilla que representaban a autoridades del Gobierno hechas por los funcionarios del Viceministerio de Descolonización para pedir buenos augurios para el país y se repartieron calendarios aimaras impresos.
A principios de este mes, el ministro boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, dijo en un acto con diplomáticos que Papá Noel tiene las puertas cerradas en este país y por eso ‘entra por la chimenea’, mientras que el Ekeko es bienvenido.
En aquella ocasión, Choquehuanca sostuvo que el Ekeko es la ‘energía de la abundancia’ que empieza a recorrer el país desde el 21 de diciembre, el día del solsticio de verano austral, es decir, la llegada del verano en el trópico.
El personaje no es solo una manifestación cultural de Bolivia, también lo es de Perú, del norte de Chile y Argentina. Su origen, según algunos textos históricos, se remonta a la cultura de Tiahuanaco (oeste de Bolivia y sur del Perú), de origen aimara-colla.
Según el historiador Gonzalo Angles, el Ekeko es la representación andina de un duende, que en la región altiplánica de Bolivia se conoce con el nombre de “anchancho”.
En muchas comunidades revisten de cigarros, alcohol y billetes al Ekeko, para este retribuya lo obsequiado. Muchos insisten en que si en la casa hay alguna de estas figuras y no recibe los regalos como corresponde, su presencia es mas bien adversa para sus dueños.