El cine ecuatoriano vive hoy un tiempo distinto
En Ecuador hoy se está generando buen cine. Este resurgimiento de la actividad no es casual, mucho tiene que ver el apoyo sostenido del Consejo Nacional de Cine (CnCine).
Y, justamente, por estos días, el CnCine ha invitado, por sexta ocasión, a nacionales y extranjeros, a participar en la nueva convocatoria, que entregará un total de $ 700.000 a los proyectos ganadores.
En esta edición hay 8 categorías concursables: Escritura de guión; Desarrollo de proyectos; Producción de cortometraje; Producción de largometraje de ficción; Producción de largometraje documental; Postproducción de largometrajes; Producción audiovisual comunitaria; y Festivales y muestras audiovisuales.
Un grupo de creadores cinematográficos que se hace cada vez más numeroso está, en estos momentos, trabajando en la realización de películas en largometraje; algunos de ellos, incluso, han obtenido premios importantes para producción.
Entre estos realizadores tenemos a Mateo Herrera, nacido en 1973, quien, con su primer largometraje “Alegría”, obtuvo en el Festival Internacional de Cine de Atlanta Dahlonega, en 2002, los premios a la mejor película y al mejor guión. Su segundo filme “Jaque” tuvo el primer lugar en la sección Cine en construcción en el Primer Festival Iberoamericano de Cine de Quito Cero Latitud. Y su película “Impulso” logró el Gran Premio Flechazo, el mayor galardón del Festival de Toulouse, Francia, en 2009.
Herrera también editó “Ratas, ratones y rateros”, de Sebastián Cordero, con lo que consiguió el premio a la Mejor Edición en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en 1999.
Se suma a la lista Micaela Rueda, de 27 años, quien próximamente estrenará su largo documental “Soñarse muerto”; además, se prepara a filmar “UIO”, su segunda película. También está Paola Padovani Sevilla, con su trabajo “Silencio en la tierra de los sueños”.
El proyecto que Humberto Morales está impulsando es la película “Killa” (antes que salga el sol) primer largometraje en quichua, que comenzará a rodarse el próximo julio. El guión y la dirección le corresponden a Alberto Muenala.
Morales es quichua otavaleño y cuenta que antes de dedicarse al cine era comerciante, como la mayoría de otavaleños. Son las vivencias que tuvo durante los viajes de negocios que emprendía con su familia, las que le sirven ahora para la creación cinematográfica. Porque desde niño escribía y ahora más, señala.
Se propone producir, permanentemente, trabajos desde una visión propia, que posean rasgos de identidad muy marcados como el idioma quichua, la oralidad andina o misticismo andino, es decir la historia de nuestra realidad.
Cursa estudios en la Universidad San Francisco. Piensa que el apoyo del CnCine es indispensable y ha generado mucha producción, pero que también se deberían implementar otros medios de apoyo.
Y propone, por ejemplo, acoger lo que se hace en otros países donde las empresas tienen la posibilidad de descargar sus impuestos vía apoyo a producciones culturales y no directamente al fisco. Asimismo, cree que se debería regular a las salas en cuanto a mantener en cartelera las películas ecuatorianas por un tiempo adecuado que les permitan promocionarse.
Juan Carlos Donoso cuenta que desde 2006 comenzó a darle forma a su idea de realizar un largometraje de ficción. Y es “Saudade”, que comenzó como una tesis universitaria para luego desarrollarla completamente y participar, en 2009, en la convocatoria de CnCine en la categoría de producción de largometraje, premio que lo ganaron.
Luego el CnCine los invitó al encuentro de coproducción del Festival de Cartagena y pudieron concretar la coproducción con la productora CINEINA S.A. de Claudio Bartel de Argentina.
Ya con estos apoyos, sumados a la labor de la productora ejecutiva Sarahí Echeverría, pudieron aplicar y ganar Ibermedia, a finales del año pasado. Esto nos ha permitido que, por fin, señala él, el rodaje de “Saudade”, haya comenzado.
Donoso piensa que se vive un tiempo distinto, a partir de que se concreta y se ejecuta, en el 2007, la ley de cine, con esto el panorama ha cambiado completamente, dice.
Considera que el Consejo Nacional de Cine al dedicar un rubro anual para producción, garantiza un andamiaje legal y económico para poder acceder a fondos como Ibermedia, encuentros de coproducción en festivales. Sin esta contingencia estatal no habría cine, afirma.
Deplora que, en este año, sin embargo de que el CnCine sigue haciendo su gestión de siempre y se viva un auge del cine nacional, se le haya destinado aún menos presupuesto del poco que tenía.
Su historia personal está signada por la creación artística (la pintura, escritura, la música, el teatro). El video, descubierto en su adolescencia, marca su encuentro con el cine.
Es guayaquileño pero quiteño de corazón, aunque, dice, siempre hay cierta nostalgia por el calor y el mar, herencia de su madre manabita.
Y para completar este auge de la producción en el Ecuador, el país fue elegido para rodar “La medición del mundo”, película en 3D del director alemán Detlev Buck. Esta selección la hicieron por ser un lugar especial y porque tenía los 3 lugares que se requerían para la filmación (selva y montaña) muy cerca unos de otros.
La historia del filme se centra en 2 científicos alemanes del siglo 19, el explorador Alexander von Humboldt y el matemático Carl Friedrich Gauss. La primera parte se rodó en 2011, en Alemania y Austria; y la segunda, desde enero, en San Antonio de Mindo, Coca y Cotopaxi.