El pintor Roberto Mamani viste de colores El Alto boliviano
El acuarelista boliviano Roberto Mamani se ha propuesto bañar de colores y motivos andinos los muros ocre y gris de El Alto, en Bolivia, a 4.000 metros de altitud, para entrar en el libro Guinness de los récords.
Pujante ciudad de inmigrantes donde se concentran el comercio y la industria, El Alto es vecina de La Paz, la capital administrativa de Bolivia. Allí, en siete edificios de 12 pisos cada uno, el laureado Mamani Mamani despliega los siete colores de la wiphala, ajedrezada bandera de los aymaras bolivianos.
En cada uno de estos edificios que el Estado construye desde hace un año para personas de bajos recursos, se plasmarán dos murales, de unos 770 m2 cada uno, representando figuras indígenas y animales.
En papel y a mano, Mamani, quien llevó su arte por todo el mundo, comenzó hace varios meses a bosquejar las imágenes que decorarán las fachadas: un muchacho, un sabio aymara, hombres, mujeres, ancianos. Hasta un sapo, un cóndor y el sol, todos vinculados con la vida de los indígenas de los Andes con la naturaleza.
El proyecto wiphala se aboca al concepto de que las pinturas son comunidad, familia. Busca mostrar una relación de convivencia en el marco de la cosmovisión andina, sin dejar de lado animales como cóndores o la sexualidad chacha-warmis (hombre-mujer), explicó recientemente a medios locales el artista Mamani Mamani, antes de emprender una gira por Sudamérica.
Los 14 dibujos que quedarán plasmados en el condominio sumarán un total de más de 10.700 m2. Con esa información, el plan es inscribir esta colosal obra en el libro Guinness de los récords, como la mayor superficie de murales pintados en edificios, con motivos indígenas.
"Manifestamos nuestro interés para postular a los Guinness, podemos hacer los trámites necesarios para que quede registrado o saber si en algún lugar (del mundo) hay algo igual", explica a la AFP Alfonso Parrado, director de la Agencia Estatal de Vivienda, que desembolsa unos 10,6 millones de dólares para toda la obra.
El Condominio Wiphala ubicado en un barrio populoso y pobre de El Alto, donde los vecinos miran con asombro las imágenes gigantescas y anhelan ser dueños de uno de los departamentos.
Son interesantes los diseños de Mamani Mamani, muy coloridos y como es su estilo, llamativo. La verdad es que arregló la (imagen de la) zona", comenta Sonia Castro, una joven madre que vive en el vecindario desde hace tres años.
Florencia Suárez, una vendedora del lugar, con dos hijas y dos nietas, espera adjudicarse un departamento.
Imagínese vivir aquí junto a las obras de Mamani. Sería genial, exclama. (I)