La sala Agustín Cueva, del Ministerio de Cultura, nuevamente estuvo copado por músicos. La razón era clave. En el lugar se debatiría un asunto que les atañe:  la producción nacional. Y cada protagonista tendría espacio para exponer sus reflexiones sobre lo que propone el Proyecto de Ley de Comunicación en  relación con la circulación de  la creación musical del Ecuador. Esta norma entrará a votación hoy en la Asamblea Nacional.

“Debe existir una mayor competitividad de las propuestas nacionales frente a lo extranjero, y esto se  puede aplicar a través de la generación de espacios, la estimulación de políticas musicales y culturales y mediante un esfuerzo común entre los músicos nacionales”, propuso Andrés Sacoto, músico y, en ese momento, representante de aquellos.

Por ello el 1x1 propuesto en dicho proyecto le resulta relevante a quien fue integrante de la banda Krucks n’ Karnak. Este apartado de la norma dispone que el 50 por ciento de la programación de una emisora debe ser nacional. Para apuntar un ejemplo sencillo: por cada canción extranjera que se escuche debería escucharse una nacional.

A este debate se sumó Álvaro Rosero, quien representó a Radio EXA. Al empresario la imposición de los contenidos venidos desde una ley le resulta incómoda. “El proyecto de ley parte de imponerle contenidos a los medios y es ahí en donde difiero con Andrés (Sacoto), ya que considero que existen puntos que deberían ser objetivos fundamentales de todos los que estamos relacionados con la música y con la industria de la comunicación, pero seamos objetivos, no son hechos que se consiguen con la imposición de contenidos y para graficarles de mejor manera, me voy a referir al artículo  34”.

Dicho artículo dice:  Los pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianas y montubias tienen derecho a producir y difundir a través de los medios de comunicación y en su propia lengua contenidos que expresen y reflejen su cosmovisión, cultura, tradiciones, conocimientos y saberes. Las estaciones deben destinar el 5% de su programación a este tipo de contenidos.

Álvaro Rosero continúa: “Ya somos un país en donde se reconoce la interculturalidad, pero qué sentido tiene  en una ciudad como Quito, en donde según datos del INEN solo el 3% de la población se reconoce como indígena, pasar 72 minutos de transmisión en idioma quechua, qué sentido tiene imponer a los medios privados este tipo de programación”. 

Este criterio fue refutado desde el público. Uno de los asistentes sostuvo que suponer que este tipo de contendidos tendrían poca audiencia era dar por sentado que serían de mala calidad, lo cual no es un argumento que se sostenga.
En esa vía, la ministra de Cultura, Éricka Silva, quien también participó del foro, apuntó que el poco espacio en las radios era como desconocer la calidad de los músicos.

“Me admira por qué los radiodifusores se oponen a la aplicación del 1x1, (...) es una posición que debe superarse, pues muchos de estos se han justificado diciendo que sería aburrido transmitir un 50% de producción nacional, o que habrá un descenso de la sintonía o que perderíamos nuestra identidad, justificaciones nada válidas ya que el proceso radica en la reversión de los contenidos comunicativos de esos grandes monopolios que se oponen, en la ayuda por una construcción de la identidad”, dijo la autoridad.

De esto surgió la duda: ¿Cómo se garantizaría la calidad de las producciones nacionales? A esto la Ministra apuntó el apoyo estatal a los músicos en su fase de producción. También dijo: “El Estado no puede trabajar solo, necesita el apoyo de los medios para la difusión de la producción nacional”.

Este foro, denominado Cultura al debate, tenía el propósito de entablar un diálogo sobre la producción nacional que incluía publicidad también, pero el tiempo no permitió que este tema fuera abordado. Betty Carrillo, asambleísta y  representante del  ente legislativo, no llegó por contratiempos, según informaron en el lugar.

El conversatorio concluyó pasadas las seis de la tarde y empezó a las 17:30. Al final los músicos indicaron que irán hoy a la Asamblea Nacional y abogarán por la aprobación del proyecto de ley.