Darío Fo cumple 90 años y lo celebra con un libro
El escritor italiano Darío Fo llega a los 90 años, hoy, con una trayectoria literaria que no ha parado desde que publicó, junto con Franco Parenti, sus primeras obras satíricas Il dito nell’occhio (1953) y Sani da legare (1954). Durante su carrera estuvo acompañado por su esposa, la actriz Franca Rame, con la que conformó un binomio intelectual consagrado esencialmente a un teatro político y satírico con el que narraron los problemas de la sociedad de su tiempo.
A eso se añade que, en los últimos años, no ha dejado de reiventarse, al menos así lo confirman sus múltiples trabajos televisivos, sus recientes estrenos teatrales y su incursión en la novela.
A finales de 2014, Fo publicó la primera novela de toda su obra: Lucrecia Borgia, la hija del Papa, con el afán de criticar el cliché de mujer maquiavélica acuñado a Lucrecia en películas y series de televisión sobre su controvertida familia.
Y hoy que el Premio Nobel de Literatura cumple años, ha publicado recientemente Dario e Dio (Darío y Dios), en el que en sus casi 170 páginas dialoga con la periodista Giuseppina Manin sobre religión y espiritualidad desde una perspectiva irónica y satírica.
En este reciente trabajo, el italiano propone su propia interpretación de las Sagradas Escrituras a través de sus principales episodios, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. A su vez, analiza las figuras de María, Jesús de Nazaret, entre otros.
Según una entrevista para la agencia EFE, Darío Fo imagina a Dios como un “loco de talento, obsesivo y brutal, paradójico y tiquismiquis, sumo confabulador, engatusador fenomenal, egocéntrico de la clase ‘yo, yo y yo y nadie más’, la mayor de las veces vengativo y contradictorio. Jura amarte, pero después, apenas le viene en gana, desencadena sus tropas angelicales (...). Puntilloso y arisco, se enfada y comienza a atormentar a todos, especialmente a los más devotos, pretendiendo pruebas de amor que ni siquiera un siciliano”.
En el libro también se detiene a analizar la jerarquía del Vaticano, a la que siempre ha interpelado, y no duda en encomiar a Francisco, “un “papa revolucionario que está cambiando el rostro de la Iglesia con sus críticas al modelo económico”. Resalta, a su vez, la figura del “obispo incómodo”, el salvadoreño Óscar Romero, asesinado por los escuadrones de la muerte en 1980 y recientemente canonizado. (I)