El "sinceptualismo" de Adum estará en un libro
Un nuevo capítulo en la vida de Daniel Adum Gilbert se avecina con la realización de su cuarto libro. Un proyecto que reunirá su archivo fotográfico y de dibujos basados en el “sinceptualismo”, como define al estilo de sus obras creadas sin conceptualizar y saliéndose de los límites de la racionalidad.
En entrevista con EL TELÉGRAFO, el artista volvió a hablar de la Chanchocracia y su censurada campaña de Litro X Mate, después de participar en el foro sobre el documental Chanchofobia: terror en la pared, que se proyectó en la Universidad de las Artes a mediados de abril.
Una visita que le permitió conocer la apreciación de los jóvenes sobre su experiencia de pintar chanchitos de colores en ciertos espacios públicos y que -según la prensa- se interpretó como una manifestación violenta de pandillas que provocaron temor en la ciudadanía. Una situación vivida en 2004.
La reacción de los jóvenes durante el foro le dejó un sinsabor al artista.
“No siento que la juventud que estudia en esta universidad está investida o empoderada de la bravura que se necesita para encarar situaciones de este tipo. Me parece que los chicos de ahora están en bastante confort con su celular, con las redes sociales y no hay como una lucha, un combate, una forma de llamar la atención, como que hay una postura de entrega, de comodidad”.
A punto de cumplir un año de la publicación de su tercer libro Litro x Mate, en el que cuenta la masiva convocatoria que logró para realizar un movimiento de muralismo en Urdesa -en 2011- bajo censura del Municipio, reflexiona en la falta de políticas culturales de la ciudad.
“En las artes plásticas yo siento que hay un desamparo”, reconoce el artista guayaquileño, quien ve mayor ahínco en inversiones municipales hacia el teatro como en La Bota, o en la música con el desarrollo de festivales como el Funkafest.
“El impulso ha sido por el lavado de la imagen del Municipio para decir ‘sí, atendamos a estos grupos minúsculos’, pero en realidad no son políticas (...) hay que ver si después de las elecciones seguirán poniendo plata en eso”, sostiene Adum con un pesimismo que le embarga sobre los nuevos proyectos que el Gobierno local desarrolla.
Guayarte, por ejemplo, que arrancó a finales del 2017, es una de esas iniciativas que hoy en día fomenta el uso de paredes públicas o privadas para hacer arte urbano.
Un pesimismo abofeteado
Formado en Diseño, en la Universidad Casa Grande, y con una maestría en Artes en España, piensa que no ha alcanzado un nivel técnico “magistral” y admite que sigue en constante investigación pero sin un plan.
“Usualmente dejo que las cosas fluyan solas en cuanto a crear. Libertad total, pintar para mí es un recreo, lo que salga. Siempre termino haciendo esos manes, esas caras que son como voces internas, como amigos imaginarios”, expresa el artista “sinceptual” refiriéndose a su línea iconográfica que simula mucho a los emoticons que se usa en mensajes de los dispositivos móviles.
“Mi batuta es coger las brochas, salir a la calle y hacer que la gente piense, reflexione y discuta sobre eso, ese es mi trabajo”, expresa.
Retoma entonces la razón que lo llevó a crear su último libro: “Plantear una forma de entender la vida desde la belleza, volviendo a las ciudades lugares bellos para transitar y reflexionar los espacios públicos, ganándonos estos espacios, reconquistando a la ciudad como ciudadanos y hacerla nuestra, hacerla amistosa, humana y sensible, esas son las ideas de fondo de Litro x Mate”.
Durante la producción de este libro confiesa que su pesimismo fue sacudido por rebasar la meta del presupuesto para su publicación.
“El crowfuding me dio una bofetada, lo empecé con cierto pesimismo, pero lo comencé y luego se pasó de la meta”, recuerda y asegura que la acogida a su propuesta le devolvió la esperanza de creer en un mercado que valoró una obra crítica a las políticas del Cabildo.
Por su experiencia recomienda a las nuevas generaciones perder el miedo a expresarse. De esta forma cree que los artistas locales -en todas sus manifestaciones- podrían multiplicar sus proyectos con una integración cultural que posicione a Guayaquil como una luz en el Ecuador y Latinoamérica. (I)