Los grandes cuadros que adornaban las paredes de la catedral de Notre Dame fueron extraídos ayer sin que se  constataran graves daños en su contextura. Las autoridades analizan cubrir el templo con una lona en previsión de las lluvias anunciadas para estos días en París.

Son 15 obras de gran formato procedentes, la mayoría de los casos, de las capillas secundarias del templo, que no fueron afectadas por el fuego que devastó la cubierta el pasado lunes 15 de abril, ni tampoco por las labores de extinción, informó el ministro de Cultura francés, Frank Riester.

Las obras -que datan del siglo XVIII y están firmadas, entre otros, por Laurent de La Hyre y Charles Le Brun- fueron trasladadas a almacenes del Museo del Louvre.

La gran figura de la virgen junto al altar mayor del templo parece que tampoco tiene daños, mientras que aún persisten dudas sobre el mármol de “La Piedad”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, que se comprometió a ayudar en la reconstrucción de la catedral con nuevas tecnologías.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura quiere aportar su “experiencia técnica” probada, en la restauración, en otros edificios y también en la colecta de las donaciones internacionales.

El monumento forma parte de la lista del patrimonio desde 1991 y vigilan que no pierda su “valor universal” y se respete “su integridad y su autenticidad”.

El Gobierno francés lanzó un concurso internacional de arquitectos para reconstruir el templo en los próximos cinco años.

Los responsables de la Diócesis de París celebraron una procesión de Viernes Santo en los alrededores de la catedral, ceremonia que tradicionalmente se realizaba en su interior. Por motivos de seguridad no se utilizó la corona de espinas de Cristo, que fue una de las reliquias rescatadas de las llamas el 14 de abril por los bomberos. (I)