El domo 1 del Centro de Exposiciones Quito fue ayer el escenario de la presentación del libro Ecce Homo II, del guayaquileño Cristian Avecillas Sigüenza (1977), ganador del Premio Nacional César Dávila Andrade, en  2008, con esta obra.

Quince minutos más tarde de la hora programada, empezó el acto de lanzamiento del libro de poemas Ecce Homo II, una alusión a la obra del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, o más bien una oposición “como proclama de vida”, según se dijo después en el evento.

Los poetas Pablo García Inés, de España, y Freddy Ayala Plazarte, de Latacunga, fueron los encargados de preparar las ponencias alusivas a la obra del vate, y las leyeron con un tono informal: Avecillas y Ayala Plazarte no ocuparon los sillones blancos dispuestos en el sitio, sino que hablaron con los presentes -jóvenes, en su mayoría- apoyados en los brazos de los muebles. La cita se tornó familiar y distendida. García fue anecdótico: contó cómo hace pocos meses conoció a Avecillas, en Guayaquil, y recordó cuántas veces, desde entonces, han compartido mesas en distintos recitales.

Con la presencia de alumnas del Centro Educativo Cardenal de la Torre, amigos y poetas ecuatorianos, Avecillas alternó con Ayala y García algunas lecturas de su libro ante un auditorio atento y curioso. García, en su ponencia, destacó que Cristian Avecillas en su libro “rinde un sincero homenaje al hombre, como ya lo hicieron Adoum o Guayasamín”, y resaltó una presencia llamativa en el texto Ella, “la figura de la mujer que pueden ser todas o una sola”, como ratificó el autor más adelante, luego de dar lectura a sus poemas Homo Sentia y Homo Esperans.

Ayala Plazarte, en su ponencia titulada “La contestación del ser en el no ser”, reiteró la presencia femenina en la lírica de Avecillas y fue más allá: aseguró que, para el autor, es necesaria la idealización del cuerpo de la mujer “hasta hacerlo imagen”, y así justificó la observación de que en la obra Ecce Homo II se vislumbra un erotismo subversivo, que transgrede su idea original para proponer un cuerpo constituido por la palabra, además, un cuerpo como escenario de lucha y un cuerpo que no existe si no es, primero, esa palabra.

Ecce Homo II está dedicado a Gonzalo Avecillas, padre del autor, y muestra a través de sus epígrafes las referencias literarias más importantes para la composición del conjunto poético. Entre estas citas constan Félix Pita Rodríguez, Álex Pausides, Aurelio Arturo, David G. Barreto y Jaime Sáenz. La primera y principal para la comprensión del poemario es de Friedrich Nietzsche, que dice: “El caminante y su obra nacieron entonces”.

La voz poética hace un recorrido quizás en demasía ordenado, para explicar al hombre y sus facetas sensibles, así como su ocupación física del espacio y el tiempo, hasta culminar en la última parte del texto: Homo Poeticus. El hombre poeta “o semidiós”, según Ayala.

Avecillas, al final, leyó dos textos más: el Homo Convivens y, precisamente, Homo Poeticus, y concluyó su intervención proponiendo a la labor poética como un mecanismo capaz de servir como canal comunicador al servicio del hombre, e invitó a los presentes a usar su propio libro como una puerta para acceder a la lectura de otros poetas ecuatorianos, y celebró que la producción lírica nacional esté viviendo un momento de auge.

Avecillas es, además, dramaturgo, comunicador y cantautor. Es fundador del Grupo Teatromiento y estrenó su obra Funeraria Travel, en 2009, en Buenos Aires.

Hoy, a las 17:30, en el auditorio Las Caras, se presentará el suplemento CartónPiedra, con la presencia de su editor, Orlando Pérez.