Lo dijo el director titular de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, David Harutyunyan, el convenio con la Fundacion Sociedad Femenina de Cultura, regente del Teatro Centro de Arte, ha permitido reactivar las presentaciones con pianistas solistas invitados. El viernes la acompañó el chileno Mario Cervantes.

La batuta no estuvo en manos de Harutyunyan, sino del conductor argentino Enrique Roel, quien visitó el país por primera vez. Concierto Nº 1 para Piano y Orquesta en si bemol, Op. 23 de Tchaikovsky fue la pieza con la que Cervantes y Roel  compartieron el brillo de la Sinfónica de Guayaquil con su público cautivo, que lo acompaña en sus conciertos mensuales realizados en el Teatro Centro de Arte.

Sin descuidar su rol como entidad adscrita al Ministerio de Cultura, en su casa, el Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro, la orquesta, conducida por Harutyunyan, brilló con las interpretaciones de piezas de compositores ecuatorianos contemporáneos, en el marco del XXV Festival Música Viva celebrado a la par en Loja, Cuenca y Quito.

El director recibió, en nombre de la Asamblea, la condecoración Vicente Rocafuerte por sus 10 años al frente de la sinfónica local, pero fue un premio más cálido el aplauso del público que disfrutó los solos de violín del invitado Jorge Saade en la obra Concierto para Violín y Orquesta del quiteño Jorge Oviedo, la calidad demostrada durante la pieza experimental académica Apuntes con Refrán del reconocido compositor Milton Estévez y el momento de la sonrisa y el abrazo con el compositor lojano Ricardo Monteros, luego de la magistral interpretación de su Sinfonía Ecuador.

Una semana antes, el 21 de septiembre, la orquesta fue la invitada de honor para tocar en conmemoración de los 25 años de la Central Hidroeléctrica Agoyán.