Conservatorio privado busca fortalecer 2 de sus cátedras
Con la presencia de los docentes cubanos Ian Díaz y María de los Ángeles Horta en las cátedras de percusión y piano, respectivamente, el Conservatorio Particular de Música Niccoló Paganini inició, el 9 de abril, el año lectivo 2012-2013.
El anterior período lo cerró con una gira de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Guayaquil, con conciertos en Quito donde intervinieron figuras como el violinista francés Gregor Monlun, el violoncellista venezolano Germán Marcano y el pianista ecuatoriano Andrés Torres, además del Coro Voces Cantantes de Quito.
La vicerrectora, la violinista Nelly Rivas, explica que el conservatorio, que otorga bachilleratos en música avalado por el Ministerio de Educación, busca crear una escuela de percusión y seguir aportando al desarrollo de los chicos de forma académica. El sentido de familia y la idea de colaborar para el bien común se fortalecen con el paso por la orquesta pedagógica del conservatorio -que tuvo su primera gira a Machala en 2011-, por su sentido de laboratorio.
La violinista añade que aceptan estudiantes desde los tres años. Hay 85 alumnos de conservatorio, 20 ó 30 de clases libres, como las de guitarra que ahora tienen un ensamble, y las cargas horarias para fijos son dos veces a la semana, de 45 minutos, para teoría; dos veces a la semana, de 30 ó 45 minutos, para instrumento, y la orquesta de conservatorio tiene dos ensayos semanales de hora y media cada uno.
La Filarmónica, por su parte, ensaya dos horas los martes, una hora y media el viernes, los sábados tres horas y hay talleres de hora y media. Se evalúa por clase y existen certámenes al final de cada trimestre, además de una evaluación técnica con jurado.
El profesor Miguel Rivas, oboísta, está satisfecho de que en los talleres y tocando en la filarmónica pueda contestar preguntas sobre técnica y la viabilidad de una carrera en la música. El percusionista Leonardo Vivar, de 11 años, toca en las orquestas del conservatorio y filarmónica por lo que practica una disciplina férrea.
El violinista Leonardo Dueñas, de 13 años, aunque se siente en familia en la orquesta del conservatorio, sabe que aún no tiene el nivel que debería.