Cineastas de Brasil protestaron en Cannes contra el "golpe" de Temer
El equipo de la película brasileña Aquarius encabezado por el director Kleber Mendonça Filho y la actriz Sonia Braga, se manifestó el martes en la alfombra roja de Cannes contra el "golpe de Estado en Brasil".
"Un golpe tuvo lugar en Brasil", "Resistiremos", "Brasil ya no es una democracia", proclamaban las pancartas ebarboladas por el cineasta y su equipo en la famosa escalinata del Palacio de Festivales.
En la sala del Gran Teatro Lumiere donde se presentó el filme el grupo volvió a manifestarse al grito de "¡Fuera!", en tanto que otras personas desplegaban una banderola en la que se leía: "Stop the coup in Brazil".
Uno de los presentes abrió su camisa para dejar al descubierto una camiseta con la inscripción "Super Dilma" en referencia a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, separada de su cargo en el marco de un proceso de destitución parlamentario denunciado por la propia mandataria como un "golpe de Estado".
Minutos después comenzó la proyección de Aquarius, la única película de América Latina entre las 21 aspirantes a la Palma de Oro. Cuenta la historia de Clara (Sonia Braga), una mujer que resiste a presiones de promotores inmobiliarios para echarla de su domicilio en Recife, en el noreste de Brasil.
Varios cineastas brasileros presentes en Cannes deploraron el "golpe de Estado" de Michel Temer, que asumió la presidencia tras el juicio de destitución de Rousseff, y su decisión de cerrar el ministerio de Cultura integrándolo al de Educación.
Un país dividido
Mendonça Filho se reencontró en Cannes con Sonia Braga, radicada en Nueva York, a la que el realizador de 47 años no veía desde el fin del rodaje de la película en Recife en septiembre pasado. Ambos dialogaron sobre los últimos acontecimientos en su país.
"Yo vivo en Estados Unidos, pero también en Brasil, tengo familia y amigos allá y pienso que lo que está sucediendo, la manipulación de la toma del poder, tiene que ser expuesto al mundo", dijo Sonia Braga.
"Una de las cosas que más me preocupa --agregó la heroína de "Doña Flor y sus dos maridos" (1976)-- es lo dividido que está Brasil. Nunca había visto a mi país tan dividido".
Según la diva brasileña, de 65 años, "todo lo que se hizo desde el fin de la dictadura, desde la apertura de Brasil, lo hicimos juntos. Hay que darse cuenta de que en dos años, de todas formas, vamos a estar votando por un presidente. Tenemos que volver a hacer las cosas juntos".
El realizador Eryk Rocha presentó en Cannes "Cinema Novo", un documental poético sobre ese movimiento cinematográfico, uno de los más importantes de América Latina, que en los años 1960 y 70 revolucionó la creación artística.
Según Rocha, "Brasil está entrando en un nuevo momento, sumamente grave y de incertidumbre. Como ciudadano, siento una profunda impotencia y angustia por lo que está pasando: Brasil está viviendo una ruptura muy grave en el proceso democrático".
Otras voces
El cineasta fustigó en particular el cierre del ministerio de Cultura. "Es un reflejo del gran retroceso que esta sucediendo en Brasil", afirmó.
"Hay dos errores gravísimos", advirtió. "El primero es desarticular un ministerio de Cultura que en todos los países del mundo --como en Francia-- es un eje fundamental del desarrollo. El otro es desarticular el de Educación".
"Es necesario reconstruir esa idea de lo colectivo para transformar el mundo", apuntó el realizador, que aclaró no ser "ni lulista ni petista" sino "artista independiente". "El cine puede crear otra voz, otras miradas y otra percepción de la realidad de lo que está pasando", aseguró.
Isabel Penoni y Valentina Homen son dos jóvenes realizadoras brasileñas que comenzaron a hacer cine en los últimos años.
En Cannes presentaron en la sección Quincena de Realizadores el corto "Abigail", sobre la viuda del antropólogo Francisco Meireles, conocido por su trabajo con las comunidades indígenas en los años 1940 y 50.
Su visión de lo que está viviendo Brasil también es muy crítica.
"Desde el punto de vista de la gente que hace cine y que trabaja con arte es terrible, porque habían conquistado algunas cosas gracias a las políticas de cultura sobre todo con el gobierno de Lula, que democratizó la cultura. Ahora la tendencia es que habrá mucha menos inversión regular en la producción", prevé Penoni.
Valentina Homen observó que casi todas las películas brasileñas presentadas este año en Cannes --incluyendo la propia, la de Mendonça Filho, la de Rocha, y el corto aplaudido en la Semana de la Crítica "Delirio é a redençao dos aflitos" (El delirio es la redención de los que sufren), de Fellipe Fernandes-- se hicieron en buena medida con el dinero público canalizado a los cineastas por los gobiernos anteriores. (I)