Los músicos Aldir Blanc y Moraes Moreira; la leyenda del carnaval Dona Neném; el actor Flávio Migliaccio y los escritores Luiz Alfredo García-Roza, Sérgio Sant’Anna y Rubem Fonseca, integran la lista de artistas que Brasil ha perdido recientemente, algunos a causa del covid-19.

Los homenajes en su memoria se han dado en varios países, pero el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha respondido con silencio, publicaron los periodistas Tom Phillips y Caio Baretto Briso, en el diario británico The Guardian.

“Bolsonaro no tiene idea de qué es la cultura brasileña”, dijo el artista Chico Buarque, un músico y autor considerado el mejor compositor vivo en Brasil.

La hija de Fonseca, también escritora, Bia Corrêa do Lago, dijo que era de esperarse un desprecio por parte de una administración cuyo líder citó al torturador de la dictadura, Carlos Alberto Brilhante Ustra, como uno de sus “autores favoritos”.

“Los escritores representan la libertad, mientras que los torturadores representan todo lo que más aborrecemos: crueldad, dictadura, cobardía, temor a la diversidad y la diferencia”, le dijo la autora a The Guardian.

Desde que asumió el poder en enero de 2019, ha enfurecido a músicos y cineastas recortando fondos públicos. Cuando Buarque ganó el Prêmio Camões, Bolsonaro se negó a firmar el premio de $ 108.000, que es copatrocinado por los gobiernos de Portugal y Brasil.

Cuando Aldir Blanc, uno de los mejores letristas y compositores de Brasil, murió de covid-19, dos ex presidentes rindieron homenaje, pero Bolsonaro no dijo nada.“El único artista que Jair Bolsonaro admira es Jair Bolsonaro”, se quejó Luis Fernando Verissimo.

El secretario de Cultura, un actor de telenovelas, se ha convertido en un pararrayos para las críticas. Más de 500 artistas, incluidos raperos, comediantes y compositores, firmaron un manifiesto en el que condenaban al delegado cultural de Bolsonaro y los “repetidos ataques del gobierno contra las artes, la ciencia y la prensa”. (I)