Artistas Christian Tapia y Pamela Suasti exponen en No Lugar
En el espacio expositivo No Lugar se presenta la muestra Dueto, con los proyectos “Código”, de Christian Tapia, y “Desorden”, de Pamela Suasti. Las propuestas incluyen pintura, dibujo, bordado, cerámica e intervención.
El trabajo de Tapia se compone de cuatro obras en blanco y negro desarrolladas sobre diversos soportes (papel, cristal, cerámica y plastilina), en las que aborda temáticas de género y sexualidad.
El artista presenta una serie de dibujos y esculturas en los que los personajes se descubren, se tocan, se miran, se ocultan, se modifican y se alteran; todo esto sucede en escenas y espacios arquitectónicos públicos y privados.
Según un comunicado de No Lugar, aquel “caos ordenado invita a descubrir múltiples lenguajes secretos mediante la observación e interpretación del Código posible. El lenguaje corporal, el uso y la presencia de un sin número de objetos de deseo, el lugar, son parte de la estrategia. Es a través de estas líneas gráficas que se propone una mirada en torno al cuerpo y la sexualidad, sugerir y mostrar”.
“Código” busca profundizar y cuestionar el nivel de convicciones y obsesiones sobre las ideas del amor y el deseo del artista en su contexto histórico y social.
La propuesta de Pamela Suasti, en cambio, es el resultado de una búsqueda introspectiva para desatar “nudos” del corazón.
Compuesta por dos series que invisible y simbióticamente se conjugaron para crear un caos interno, la primera refleja las heridas del cuerpo que fueron causantes de una pausa en el oficio, mientras que la segunda serie muestra heridas provocadas por la pérdida y la ausencia del amor.
“Las lesiones del cuerpo -más sencillas de sanar- son representadas en su gravedad para dimensionar las razones que obligaron a la artista a hacer una pausa en el oficio y cómo estas desembocaron en una desesperante depresión. Una lección de disciplina y esperanza para renacer, ser nuevas flores. Con una estética bastante apegada a ilustraciones infantiles, las obras persiguen dar evidencia de las lesiones del cuerpo y las ilusiones que jamás se sacian”, señala No Lugar. (I)