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Casi 40 años de fotos en muestra “De ayer y hoy”

Casi 40 años de fotos en muestra “De ayer y hoy”
24 de octubre de 2012 - 00:00

Son casi 40 años los que Eduardo Escobar Ronquillo lleva tomando fotografías, y de ellos -en este mes de noviembre- 35 para El Telégrafo, el único medio para el que ha trabajado este veterano de las imágenes, que la siguiente semana expondrá una selección de su trabajo a lo largo de estas tres décadas y media.

La exhibición, denominada “De ayer y hoy” inicia a las 19:00 del próximo 31 de octubre, en la sala Galo Galecio del Centro Cultural Libertador Simón Bolívar.

Durante la rueda de prensa realizada ayer para anunciar la exposición, Escobar, un representante de la “vieja guardia del lente”, hizo algunos agradecimientos y ofreció homenajes. “Esta exposición se la dedico a mi padre”, dijo. “Y a mi esposa, ella ha sabido soportar toda esta trayectoria, que no tiene horario y es 24/7”, añadió.

Viene de una familia de fotógrafos. A más de su padre y su abuelo (Jorge Enrique Escobar Ramos, de la primera generación de fotógrafos del país), sus otros tres hermanos varones se dedican a esta profesión. El mayor de ellos administra el Estudio Fotográfico José Escobar. En algún momento de la década de los 80 todos ellos coincidieron en El Telégrafo.

El primer personaje mencionado fue su progenitor, el también fotógrafo Fausto Escobar Papaseit, quien en otros tiempos, al igual que su hijo, trabajó en el Decano de la Prensa Nacional. En la muestra se expondrán más de 80 fotografías captadas por el lente de Escobar.

Entre 1974 y 1980 Eduardo -ahora de 57 años- trabajó para la Presidencia de la República, en los períodos de Guillermo Rodríguez Lara y el triunvirato. “Yo iba a viajar a Arabia Saudita -con Rodríguez Lara-, pero ese día falleció mi madre”, relata, y señala como una decisión difícil el haber accedido a trabajar para la dictadura. “El secretario nacional de información pública era Carlos Ayala Roca, él me llevó allá”.

Mantuvo ese trabajo en la presidencia en los primeros seis meses del período de Jaime Roldós. Meses después Escobar -ya en El Telégrafo- se encontraba en el estadio Atahualpa captando imágenes del último discurso del presidente, el 24 de mayo de 1981, en el contexto de la penúltima guerra que libró Ecuador contra Perú: la de Paquisha.

24-10-12-cultura-eduardo-escobarCuenta el fotógrafo que su primer trabajo profesional fue en 1973, precisamente para este diario, cuando se produjo el accidente del buque Jambelí, que venía de Machala y se hundió frente a la isla Puná. Doscientas personas murieron ese 31 de diciembre. “Yo era muchacho, viajaba en helicóptero, y cuando el capitán abrió la puerta, me asusté, creí que me iba a caer”.

Originalmente era a su padre a quien buscaban para realizar la cobertura, pero no estaba en casa y fue el joven Eduardo, en aquel entonces de 18 años, quien acudió al llamado.

Las primeras fotografías para este diario, Escobar las realizó en calidad de freelance, pasando a formar parte del equipo de El Telégrafo desde el 1 de noviembre de 1986.

Ha captado con su lente a famosos personajes de la política internacional, como Salvador Allende, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, Juan Pablo II, y otros más, sin olvidar a Fidel Castro en una de sus visitas a León Febres-Cordero, cuando el político cubano accedió a posar junto al fotógrafo.

Pero si Escobar pudiera elegir, “yo me dedicaría a tomar fotos de fútbol”, como la que le sacó a Victor Ephanor cuando realizó su mítica chilena en la final del campeonato nacional entre Barcelona y Técnico Universitario, el 14 de enero de 1981.

Otro episodio deportivo fotografiado por Escobar -y que afirma que no olvidará jamás- es el protagonizado por el árbitro Eduardo Rendón, que en un partido internacional jugado en el estadio Modelo se fue a los puños con el entonces mundialista uruguayo Atilio Ancheta, que lo había agredido inicialmente.

Nacido el 19 de mayo de 1957, este fotógrafo guayaquileño de la vieja escuela, que ahora lucha con el photoshop, recuerda que al iniciar su recorrido en este diario el equipo que utilizaba era una Pentax. Al final de la rueda de prensa Escobar se mostraba agradecido con El Telégrafo “por abrirme las puertas en estos 35 años”.

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