El 2020 será para la música el año mundial de Ludwig van Beethoven pues el 16 de diciembre se cumple el 250 aniversario de su nacimiento. El hecho de que la fecha se celebra en el último mes del año da la oportunidad de realizar un calendario que no solo involucrará a Alemania, su país natal, sino a toda Europa y otros continentes.

Aunque la ciudad de Bonn fue su cuna, por lo que se presume que concentrará los actos de mayor envergadura, tendrá en Viena una digna rival puesto que la capital austriaca está considerada como su ciudad adoptiva. Allí fue donde el genial músico vivió gran parte de su vida y estrenó sus obras más famosas.

El sitio RPP Noticias dio cuenta de que un grupo de musicólogos busca completar la Décima sinfonía con ayuda de la inteligencia artificial. La obra será presentada precisamente en Bonn en abril de 2020 y con toda seguridad será uno de los aspectos más destacados de las festividades.

Beethoven inició el trabajo de su Décima sinfonía en paralelo a la célebre Novena, que se estrenó en 1824, la cual incluye la Oda a la alegría que es hoy el himno de la Unión Europea. Sin embargo, abandonó ese trabajo y a la hora de su muerte —ocurrida a los 57 años— tenía escritas unas pocas notas y algunos bocetos.

En su casa de Bonn radica el museo natal que, según la DW, ha renacido dos veces, la primera fue salvada del derrumbe por el empeño de sus conciudadanos y luego sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. 

La Beethoven Haus tiene previsto  realizar una exposición, en colaboración con la Universidad de Bonn, sobre la institución en tiempos del nacionalsocialismo; además, quieren ampliar la colección permanente.

El hogar en Viena

En cuanto a Viena, Beethoven llegó allí a los 17 años para estudiar con Mozart, pero regresó a Bonn por problemas familiares y volvió cinco años más tarde (1775) cuando el genio de Salzburgo había fallecido. Hizo de Viena su hogar hasta la hora de su muerte.

Por esas razones poderosas y con todo derecho el Museo Beethoven de Viena no quiere quedarse atrás y saca brillo a sus 14 salas de exposición que ocupan los 265 m2 de la casa que inicialmente tenía solamente 40 m2.

En ese lugar indiscutiblemente se encuentran los recuerdos más atractivos del músico y compositor, entre los que se cuentan antiguos audífonos y la caja de apuntador que le permitía amplificar sonidos mientras su sordera avanzaba inexorablemente.

Otro detalle curioso en esa casa son los huevos que se exponen y que recuerdan los ataques de furia del músico que, según se decía, los arrojaba a las paredes en sus frecuentes explosiones de mal carácter. 

Para reafirmar su supremacía sobre la casa natal de Bonn, otros sitios de la capital austriaca se unirán a la celebración, entre estos la taberna Mayer am Pfrarrplatz donde Bethoven era habitual.

También están el Theater an der Wien, donde se estrenó su ópera en dos actos Fidelio y el Palacio Lobkowitz  donde se presentó la sinfonía Heroica. (I)