La española falleció el lunes 21 de septiembre
Balcells, la agente del boom latinoamericano
Carmen Balcells (Santa Fe de Dalt, Lleida, 1930 - Barcelona, 2015) decidió iniciar una labor independiente como agente literaria desde un pequeño departamento en Barcelona. Con la idea de que el papel de un agente pasaba por aupar a los autores a la primera línea, decidió -en pleno franquismo- iniciar el catálogo en el que figura parte de los escritores más indispensables de la última década, entre ellos los que desde América Latina configuraron el boom.
Balcells inició su trabajo con la gestión de los derechos de traducción de autores extranjeros. Luis Goytisolo fue el primer español que representó. La lista se iría incrementando con autores como los Nobel Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre y Camilo José Cela, así como autores reconocidos: Rafael Alberti, Miguel Delibes, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Jaime Gil de Biedma, Eduardo Mendoza o Javier Cercas.
Su trabajo, además de representar a grandes autores y apostar por su quehacer literario —incluso con adelantos monetarios para que trabajen tranquilos—, desarrolló una política de derechos desconocida hasta los años del boom. Balcells fue pionera en la defensa de los derechos de autor de los escritores a los que representaba, introdujo cláusulas de cesión de los derechos de una obra por un tiempo limitado, y no de por vida.
“Con ella llegó la profesionalización del sector. Cambió también la forma de contratar a los autores, fue precursora en los cambios de derechos y partición de territorios”, dijo en una columna de diario El País de España, César Antonio Molina, director de la Casa del Lector, en Madrid, y exministro de Cultura.
El trabajo de Balcells fue el de una hormiga. Si bien su forma de manejar el sector se popularizó por ciertos hitos, no hay ninguna biografía en la que conste la labor de quien se considera la persona más importante del boom, según Xavi Ayén, autor de Aquellos años del boom.
El secretismo sobre la obra de Balcells se basó en la abundancia de sus secretos, según Ayén. “Su trabajo está basado en la discreción, entonces, justamente en una biografía, si ella se lo plantea en serio, tendría que explicar cosas”, dijo Ayén en una entrevista con la revista Arcadia. Posiblemente, muchos de esos secretos empiecen a tener cabida tras su muerte -el lunes- en la ciudad en la que cosechó parte del boom. (I)