Gabriel García Márquez fue de nuevo uno de los triunfadores en la Feria del Libro de Teherán, que ayer clausuró su 25 edición después de que, durante once días, por sus pabellones pasaron seis millones de visitas.

Instalada en el complejo de oración de Mosala, que ocupa 65 hectáreas en Teherán, 3.100 expositores de 77 países acudieron con sus obras, de las que han vendido unos 40 millones de dólares, indicó el director ejecutivo, Husein Safarí.

Pese a que el calor veraniego ha empezado a sentirse en Teherán los visitantes de la feria   en su mayoría fueron mujeres, agobiadas, con más de 30 grados, por la vestimenta que los  cubre   de la cabeza a los pies.

Entre los éxitos de ventas, los autores hispanoamericanos tienen, año tras año en esta feria, un lugar destacado con García Márquez a la cabeza,   señalaron los vendedores de los puestos de varias editoriales locales que distribuyen sus traducciones en lengua persa.

“Los libros de García Márquez, José Saramago, entre otros hispanoamericanos, se venden y son muy conocidos en Irán”, dijo Arash, de la editorial Ruzegar, quien precisó que los compradores de este tipo de literatura están, en su mayoría entre los 24 y   34 años, “porque los mayores ya los han leído”.