Audiencia variopinta se reúne para acudir a las funciones de EDOC
Jorge Osinaga, coordinador en Guayaquil del 10º Festival Internacional de Cine Documental “Encuentros del Otro Cine” (EDOC), reconoce que aunque el Auditorio Enrique Gil Calderón de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas (CCNG) carece de las facilidades que tenía una de sus principales sedes anteriores, el Maac Cine, es una sala céntrica en un lugar estratégico de la ciudad donde llega mucho movimiento del norte y del sur, y con un aforo relativamente grande. “Este año la asistencia ha sido mucho mejor, aparte del público cautivo que ha tenido los EDOC en otros años, también ha ganado el público que normalmente asiste a esta sala, entonces eso ha permitido que el festival este año, aquí, tenga una asistencia mucho mayor a la que hubo en el Maac”, comenta el organizador local.
Para el gestor cultural, el público ha tenido un voto favorable con respecto a las películas exhibidas, valoraciones que en pocos días se darán a conocer, y ha reaccionado muy bien a la programación inédita de filmes que no se han visto otros años dentro del festival. Lamenta que un grupo de asiduos, haciendo notar que en Guayaquil no está toda la programación, lo perjudique en cuanto a la convocatoria, ya que se debe a la falta de salas equipadas el que este año no haya múltiples sedes, como dijo en la inauguración local el director de Cinememoria, principal organizador de los EDOC.
Paola Zambrano, asidua asistente al festival en los últimos 5 años, reconoce que la programación aún es de calidad, pero el acceso a la sala hace sentir un cambio, ya que siempre se han abierto 2 sedes, aunque este año los EDOC se han extendido más tiempo. “Creo que hay un público bastante heterogéneo, lo que es bueno, pero hay un grupo que siempre viene, unas 20, 10 personas. También hay nuevas personas lo que hace que todo crezca más y luzca interesante”, señala.
Pedro Intriago ha acudido a los EDOC casi todos los días y considera que la organización está bien, pero su conflicto personal es con la selección de las obras que se presentan en Guayaquil, que no se preocupa por la ciudad o lo que quiere ver su gente. Añade que hay público nuevo que acude a la CCNG, pero que el segundo día se pasara un documental bastante experimental como Erie, de 10 minutos cada toma, podría espantar a la audiencia.
El padre de la productora de Cuando la mente baila, Daniela Ramírez, acudió a la función del martes 24 de mayo, además de para apreciar el trabajo de su hija porque ha notado la actitud de ella que acude diariamente a los EDOC. Javier Ramírez que es un profesional más tradicional, es ingeniero, busca abrir un poco más su visión, en cierto modo haciéndole caso a su hija que por correo le envía cápsulas de la programación del festival. En el uso de las sedes y la presencia de los EDOC en Guayaquil también se observó, en la inauguración del 16 de mayo, que se ha perdido el auspicio de la M.I. Municipalidad de Guayaquil; además que no se conoce la política de exhibición de cine que el Ministerio de Cultura aplicará en el Auditorio Simón Bolívar, que antes fue el Maac Cine y era programado y administrado por la corporación cultural OchoyMedio cuando se realizaba el festival en esa sala.
La expectativa para los últimos días, desde hoy hasta el sábado, es que el público se mantenga y el debate se amplíe con los filmes Yakuaya (Ecuador, 2011, 52’), de Marcelo Castillo, y Nostalgia de la Luz (Francia-Alemania-Chile, 2010, 90’), de Patricio Guzmán, que se proyectarán hoy, a las 18:00 y 20:30, respectivamente. Algunos de los asiduos asistentes tienen en mente aprovechar la programación que se ha exhibido localmente para ampliar su perspectiva del mundo.
Las entradas a las funciones tienen un valor general de $ 3. Estudiantes y personas de la tercera edad pagan $ 1,50.