Durante los últimos meses, los autores de la editorial Bonnier aseguran ser víctimas de un boicot, pues sus libros no están en stock, han evidenciado una repartición lenta de sus obras y ya no figuran en las listas de recomendación de lectura.

Para los escritores, el responsable de estas acciones es Amazon. Es así que, con estos antecedentes, más de mil escritores de Alemania, Austria y Suiza firmaron una carta abierta en la que denuncian los métodos utilizados por Amazon con la editorial escandinava Bonnier, muy presente en Alemania.

Esta es una presión más contra Amazon y pone en expansión el conflicto. Pues esta vez la creadora delKindle es acusada desde otro lado del planeta.

Los autores -que incluyen el premio Nobel Elfriede Jelinek, así como escritores de novelas populares como Ingrid Noll y Nele Neuhaus- acusan a Amazon de atacar a los autores impresos por Bonnier con el fin de forzar al grupo editorial de acuerdo a los nuevos términos.

Según un recuento realizado hasta el lunes a medianoche, 1.188 escritores alemanes se suscribieron a lo que han llamado el ‘secuestro’ de Amazon, en esta carta abierta publicada en la red.

“Los libros son distribuidos más lentamente, su disponibilidad es objeto de falsas declaraciones y los escritores no aparecen en las listas de los autores recomendados”, agrega el texto.

“Amazon no tiene derecho a ‘secuestrar’ a un grupo de autores que no toma parte en el conflicto”, escriben los autores. La disputa, sobre la que ni Amazon ni Bonnier hablan oficialmente, se debe a las condiciones comerciales.

Medidas similares tomaron 900 escritores estadounidenses hace 2 semanas. Ellos pidieron en una carta abierta al gigante de la distribución en internet poner fin a las presiones sobre la filial estadounidense de la francesa Hachette.

La Ministra de Cultura francesa se solidarizó con la campaña iniciada por los 900 escritores de Hachette contra Amazon.

En este caso, los escritores describen acciones similares a las que denuncian los alemanes. Amazon, presiona a la filial francesa para que  baje el precio de sus libros en edición digital hasta los 9,99 dólares.

Ante la negativa de la empresa francesa, Amazon es acusado de imposibilitar el acceso a la preventa de sus libros, la suspensión de las ofertas especiales o unos plazos de distribución más largos de lo habitual.

Bonnier figura como un actor fundamental en el mundo de la edición en Alemania, donde posee las editoriales Ullstein, Carlsen o Piper.

En su manifiesto, los autores invitan a lectores a escribir al fundador de Amazon, Jeff Bezos, y al jefe de Amazon en Alemania, Ralf Kleber, para “darles su opinión sobre las formas de presión recientemente utilizadas”.    

En junio, la asociación de libreros alemanes presentó una demanda ante el gendarme de la competencia contra Amazon, acusándole de ‘chantaje’ en sus prácticas comerciales y de abuso de posición dominante.