Publicidad

Ecuador, 07 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

El árbol

El árbol
29 de noviembre de 2013 - 00:00

Hay veces en las que algunas conversaciones se convierten en monólogos, como la que sostuve con una amiga parlanchina que es muy adepta a las costumbres navideñas, y ahora que está de moda ser un Grinch pues valoro su entusiasmo.

Yo: ¡Qué bestia!, se vino la Navidad.

Ella: ¡Uy, Navidad!, ya estamos cerquita de Navidad, ¡pero qué rápido que se fue el año!, qué chistoso, yo diciendo esto, algo que dije que nunca iba a decir porque solo se lo escuchaba a mi mamá y sus amigas del té de los jueves, y me parecía algo de señoras y yo tan jovencita y en la moda, qué va.

Pero la verdad es que es verdad pues, se fue el año en un abrir y cerrar de ojos, y yo ni he puesto árbol, pero bueno eso siempre pasa, lo pongo en un abrir y cerrar de ojos, voy al centro comercial, lo compro, lo arrimo en la esquina de la sala, y ya está, facilito, primera parte lista.

Segunda parte, decorar el arbolito, entonces me meto debajo de la escalera y saco la caja grande, porque siempre es la caja más grandota y la que está más al fondo, llena de polvo y telarañas.
Pero no importa porque yo la saco en un abrir y cerrar de ojos y para eso me saco el aire hasta llegar a la caja de adornos y comienzo a buscar las bolas para el árbol, estornudo, ¡achís!, ¡achús! catorce veces seguidas y me da la alergia; pero no importa porque esto es rápido y lo resuelvo en un abrir y cerrar de ojos.

Y claro, hay un montón de bolas rotas y yo sé que tengo que botar las rotas, y mientras boto las rotas voy rompiendo las otras, y de paso me voy lastimando un poco los dedos con los filos de las bolas rotas y también me peleo con una arañota que ha estado durmiendo ahí desde el 6 de enero pasado.

Pero no importa, porque salgo de ahí sudadita como si fuera crossfit, golpeándome un poco la cabeza pero a la vez contenta porque conseguí siete bolas completamente buenas, cuatro guirnaldas: dos verdes y dos rojas, una estrella para la punta, el nacimiento sin los camellos, un Papá Noel que mueve la cabecita, ¡aaaah! y también conseguí dieciséis metros de lucecitas.
Y entonces ahí toca resolver la tercera parte que es la de  las luces.

¡Eso es fácil!, “papayita” decía mi papá, esto lo soluciono en un abrir y cerrar de ojos, si solo hay que desenredar los metros de cables y después probar todos los foquitos uno a uno, que no son muchos, han de ser unos mil seiscientos cuarenta y cinco, nada más.

Eso sí, hay que luchar un poquito con esas puntitas que tienen esos foquitos que cuando tensas el cable y te saltan al ojo ¡pum! ¡ayayai! me dejan abriendo y cerrando los ojos en un abrir y cerrar de ojos.

Pues, bueno te dejo que ando apuradísima, chausito, muack muack.

Yo: chao, cuidate. Hazte ver el ojito.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media