En una deprimente tarde del mayo pandémico, una canción de los reyes del “rocanblues” quiteño me alegró el panorama.
Se trata de “Caída libre”, el nuevo single de Tigres del Chaulafán. Esta charla con ellos abarca su producción musical.

Cada tema que han sacado desde 2019 es un single...

Emilio Lara: Pero no descartamos que, en un punto del camino, los temas se integren en una obra completa, luego de haber dado atención a cada uno como exigen estos tiempos.

Tampoco descartamos poder dar a los coleccionistas material físico para su disfrute.

¿El video de “Caída libre” se nutre de lo mejor del rock ecuatoriano de los años 90?

Lara: Es una canción compuesta en letra y música por Rubén Álava y yo. Pero la mecánica compositiva de la banda se basa en la contribución sobre la marcha. Se trata de hacer camino al andar: las líneas instrumentales de cada músico son su concepción y creación.

El tema trata el estado de conflicto en el que estaba Rubén al tener que separarse de la banda por tener que emigrar a Alemania. Él fue baterista y fundador y, por razones personales, tuvo que separarse de un grupo que fue uno de los ejes fundamentales de su vida.

Carlos Arboleda: Suena a la escena de los noventa porque nosotros estuvimos ahí y somos producto de todo eso.

Seguimos tercos en esta tarea de hacer bulla por la vida. Este trabajo colaborativo te permite desarrollar otro tipo de sinergias e intercambios que se producen porque, además, somos amigos.

Tenemos muchos años trabajando juntos, lo que genera códigos internos, empatías y dinámicas. Algo que me gusta mucho de esta banda es que sabemos escucharnos y dar espacio para que cada instrumento aporte. Es un trabajo casi orquestal.

Algo que no ha sido buscado en los últimos temas que hemos lanzado (“Para volar”, “Otro cielo” y “Caída Libre”) es que todos refieren a una relación con el aire. Creo que hay una necesidad interna de volar o de despegar.

Xavier Bermeo: En esta ocasión hemos podido trabajar todos estos temas en nuestro propio estudio; de esta forma hemos conseguido el sonido que anhelábamos.

Pepe Germán: En un plazo de tres meses habíamos logrado grabar maquetas para todos los temas que has escuchado.
Cada uno ha sido concebido con un matiz distinto.

“Otro cielo”, aunque tiene un sonido más ligero, te permite apreciar el groove de la banda tocando en vivo.

En “Para volar” proponemos una dinámica mucho más progresiva con un bajo potente y con arreglos más rápidos que nos permitieron mostrar todas nuestras influencias, por ejemplo, la doble voz que usaron Charlie García o John Lennon. (I)