Notoken, Mortal Decision y Enemigo Público cumplen 28 años de punk
Al concierto de los mexicanos Amaya Síndrome Ltd. fueron unas dos mil personas el sábado anterior, y la escena del punk en la capital voltea a ver a bandas locales, tres de las cuales fueron fundadas en 1991.
Los afiches y volantes del fin de siglo han sido remplazados por redes y sitios web que a veces generan ruido, pero en los que se especializa el gusto y las ideas, coinciden los miembros de Notoken, Mortal y Enemigo Público.
Mientras La Polla Records realiza su multitudinario regreso en España; en el país se reafirma el movimiento con estos grupos que han llegado a Colombia y Perú y mañana estarán en La Posada (Veintemilla y 6 de Diciembre). (I)
Guayaquil solo tiene dos sitios habituales para conciertos
Notoken (hardcore-punk) tiene a los integrantes: José “Chibolo” Jiménez (voz), Daniel “Malvadín” Salame (bajo), Gabriel Ávila (batería) y Julio Salame (guitarra). Cortesía de los artistas y Freddy Tobar.
En noviembre 1995, Notoken debutó en Medellín, la ciudad que les abriría el paso para volver en cuatro ocasiones a Colombia (Bogotá, Manizales, Ibagué). Los miembros fundadores (guitarrista y baterista) renovaron en 2006 a la alineación que se ha mantenido. “Los miembros de estas bandas veteranas estamos unidos por la amistad que surge con la música”, explica Julio Salame, antes de destacar el apoyo de su público. “Hemos sobrevivido a la represión, censura de estos 28 años”, suelta el artista.
La escena en Guayaquil se ha visto “estancada” por la falta de lugares apropiados para conciertos, que tienen como actuales escenarios a los bares Krueger y Monet, del tradicional barrio Las Peñas. (I)
La identidad de cada género no está reñida con la escena
Mortal Decision (hardcore-punk) está conformada por los músicos: Ricardo Murillo (bajo), Paúl Narváez (batería), Julián Campaña (guitarra) y Willy Campaña (guitarra y voz).
El guitarrista Willy Campaña es la voz de Mortal Decision, que ha paseado su música por todo el país. “Hay gente que mira como un favor el asistir a conciertos; ese es un criterio de afecta a todos, bandas y público”, dice. Si los mexicanos Amaya Síndrome Ltd. han convocado a un par de miles de personas, otros eventos con precio en la entrada −como el show de Richie Ramone, 2017− no llegaron a la mitad de su aforo. “Las bandas estamos obligadas a ir renovando”, dice Campaña. “Quizás haya que volver a los conciertos de casas barriales para lograrlo”. La audiencia que congrega Mortal está más allá de un solo género. (I)
Los músicos del movimiento tienen una raíz muy ecléctica
Enemigo Público (hardcore-punk) alinea a: John “Pichón” Martínez (batería), Álvaro “Abuelo” Quimbita (bajo), Cristian “El Brujo” Herrera (guitarra) y Tino Enríquez (voz)
Tino Enríquez recuerda que los primeros discos de La Polla Records llegaron al país a fines de los años noventa. Antes de escuchar el punk vasco, le puso atención a Jorge Martínez de Ilegales y Jello Biafra de Dead Kennedys a través de los vinilos. Esas voces lo influenciaron, “además de que su timbre se parece al mío”, sonríe. El rock and roll y la distorsión la mezclaban con hardcore colombiano. El underground era la característica principal de Enemigo Público, cuyo frontman mira con entusiasmo la forma en que se han conectado con músicos foráneos y la infraestructura con que cuentan los sonidos ahora.
“Somos obreros que exigimos dignidad y justicia, sin perder la unidad”, concluye. (I)