Motown redefinió el sonido del rock
Después de que Berry Gordy dejara de boxear, porque prefería la música, fundó una pequeña tienda de discos de jazz. Sabía que se equivocaba, que a la gente le gustaba el R&B y el rock and roll. Talvez porque intuía que estaba en el camino equivocado escogió otro y apostó por la revolución creativa.
Tras la quiebra de su primer negocio fundó en un pequeño garaje de Detroit, lo que años más tarde se convertiría en la disquera de mayor importancia en el mundo manejada por un negro.
Ser negro y tener una disquera en los sesenta en Estados Unidos podía pensarse también como un camino equivocado. Pero Gordy creía en un modelo de integración racial.
En febrero de 1959 fundó el programa Gordy Star Attractions Show y meses después creó la primera convención de ventas de Motown. Llegaron productores de Los Ángeles y California.
En su discurso de bienvenida Gordy dijo que estaban “muy orgullosos de ser una de las primeras compañías en haber incluido música hecha por blancos sin comprometer nuestros estándares de calidad”. Luego del silencio todos rieron. Y Gordy dijo que su “éxito radicaba en que gente de distintas razas no solo puede trabajar junta, sino que lo hace, logrando cosas que antes eran más difíciles por falta de comprensión mutua”.
Sesenta años después de esta intervención en el mundo de la música, el aniversario de esta disquera ha pasado casi desapercibido, a pesar de que Motown realmente redefinió la escena musical de su tiempo.
El año de su nacimiento coincidió con la prohibición de pagarle a los discjockeys para que, de acuerdo a sus gustos personales, escogieran la música que sonaba en las radios.
La estrategia de Motown fue incorporar a su trabajo la experiencia de Barney Ales, un blanco que trabajó en Detroit en la firma Capital Records, donde tenía en su catálogo a artistas como Nat King Cole, Frank Sinatra o Stan Kenton.
Además, los conflictos raciales no iban con él. Mucho antes de incorporarse al marketing musical trabajó con su padrino en construcción y como en las oficinas no le querían cambiar cheques a los negros, él los cobraba a su nombre para darles el dinero.
Cuando se fundó, los precursores negros del rock and roll ya habían sido incorporados a la industria musical o privados de sus derechos por la situación racial de América. En esa era Motown se autoproclamó como “el sonido de la joven América”.
En 1967 hubo un gran incendio y una represión de negros en Detroit. Martin Luther King dijo días más tarde de que el suceso acabara, durante la Convención Nacional de Radiodifusores, que “gracias a ellos los estudiantes comparten una misma música, un mismo lenguaje, les gusta bailar al mismo son”.
Durante esos años del triunfo, músicos como Stevie Wonder, The Countours, The Supremes o The Marvelettes transformaron la escena y la pequeña disquera estaba lista para internacionalizarse.
Cuando empezó la beatlemanía, el segundo álbum de la banda británica With The Beatles incluía versiones de Motown como “Money You’ve really got a hold on me” y “Please Mr. Postman”.
Cuentan los músicos que pasaron por la disquera que Gordy les pedía canciones que tuvieran “inicio, desarrollo y conclusión”.
Motown empezó a pensar como una historia, como una fuerza de choque ante las masacres que vendrían, de las que Adam White, en su libro Motown sostiene que aún no se cura. (I)