La banda peruana de heavy metal Mandrágora visitó por segunda vez el país, la semana pasada. Oriundo de Nuevo Chimbote, el quinteto viajó por tierra, desde Bogotá y Lima, para presentarse en Quito y Cuenca.

María Castro (cantante), Nito Mejía (guitarrista), Jorge Reinoso (bajista) llegaron desde Perú; mientras que de Colombia vinieron Pablo Campana (guitarrista) y Giorgio Gutiérrez (baterista) luego de la cancelación de su show en la tercera edición del Jaguar Fest.

El escenario capitalino que los recibió fue el de Back to Bar, el viernes 25 de octubre, junto con los locales Extraño Poder y Curse Breaker. Todos cultores del heavy metal tradicional.

Los peruanos tienen un trabajo en larga duración, Waves of Steel (2017) y presentaron los temas del split CD Bite of Steel que produjeron junto con los cajamarquinos Hyena.

“Bitterness”, “Death to the Witch”, “Lies” y “Never Surrender” fueron los himnos de esta placa que interpretaron ante medio centenar de metaleros.

La distorsión en las guitarras −en ochentera clave británica− acompañó su show, sobre unas tablas adornadas con las banderas del Reino Unido desde mayo de 2018, cuando a Ecuador volvió la banda inglesa Grim Reaper.

Para Castro, la escena de su país ha crecido con bandas que han salido de sus fronteras, como Blizzard Hunter. Los músicos estuvieron casi 38 horas en la carretera para llegar y, a la suspensión en la capital colombiana, le siguió un apagón en Cuenca, por el que tuvieron que cambiar de escenario el sábado pasado.

“La producción en Quito (a cargo de la empresa Back to Back, del gestor Mauricio Sánchez) fue ordenada, con gente apoyando y comprando el material, con un trabajo excelente”, contó la artista vía telefónica.

Luego de su show en Azuay, los miembros de Mandrágora quedaron con la expectativa de repetir su presentación en el país. “Los organizadores se portaron muy bien, eso hace que todo sea muy provechoso, para la música”. (I)