El 8 de junio se cerró el plazo para la entrega de los postulantes de la edición del 2018 del Premio Nacional Eugenio Espejo, para personas e instituciones que se destacaron en conocimientos, desarrollos de las artes, cultura, ciencias. Convencido de que es un derecho ciudadano sugerir nombres, aunque a destiempo para la obtención de tan anhelado y distinguido premio.
Habiendo transcurrido cerca de dos años está presente aún en los círculos intelectuales. Quien llevó una existencia humilde, no se ufanó de la sapiencia y prestigio que poseía, solo tuvo la espontaneidad y desprendimiento de compartirlo. Me refiero al señor periodista don Jorge Vivanco Mendieta. (Fallecido 05/12/2016) Referente del periodismo ecuatoriano.
Sobre él se puede mencionar que pasó desapercibido por cerca de 41 años para la obtención del premio instituido en el año de 1975. El próximo 10 de agosto deben otorgárselo post mortem. Lo mereció y lo merece. Un periodista que ejerció durante toda su existencia con excelsas cualidades y honorabilidad.
Dos poetas de cualidades extraordinarias, ilustres porque se es noble cuando la pobreza es superada con sacrificio e inteligencia. Es un lujo para el país tener en su seno a don Fernando Cazón Vera, a don Antonio Preciado Bedoya, poetas que han impreso en las letras compases de alegría, esperanza, combatividad y denuncia social.
La premiación da lugar a organismos e instituciones públicas o privadas que apoyen la cultura. En Guayaquil, para el solaz de propios y extraños, existen 2 malecones donde se concatenan la culturalidad, la belleza, el arte en toda su mágica extensión desde el culinario, escénico, musical, literario. Esa vitalidad tienen los dos malecones.
El 2000 y El Salado, el 1° declarado: “Espacio público saludable” por la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de Salud. (OPS/OMS)El 2° aún bisoño pero con la bota bien puesta.
En ambos puede decirse que el arte está a flor de calle, con la interactuación existente entre actores, músicos, etc. El público produce una simbiosis que hace bullir la alegría, la felicidad de las familias, de un pueblo, de un país. (O)
César Antonio Jijón Sánchez