Ya vamos por dos ministros de Agricultura, en este año de gobierno. La primera solo se ocupó de reuniones y recibir propuestas de los diferentes sectores y en corto tiempo fue relevada por otro.
El actual ministro, con mucho tiempo en la función pública y títulos académicos, con sus conceptos dogmáticos y muy poco conocimiento de la realidad del Agro, hasta ahora solo ha logrado dividir al sector agropecuario con clientelismos.
Lo más importante es que el nuevo ministro conozca la realidad del agro, haya tenido trayectoria en la función pública, trayectoria en gremios de producción agropecuaria y tenga la humildad de acercarse a las organizaciones para trabajar en conjunto. Sin campesinos no hay revolución. (O)
Pedro Pablo Jijón Ochoa