El expresidente Rafael Correa motejó a los comunicadores como “odiadores disfrazados de periodistas”, “sicarios de tinta” y otras yerbas venenosas.
Solo nos queda decir que en el pasado y ahora ante la mafia corruptora de la última década en nuestro país, la prensa ha sido fuerte, independiente y muy profesional para investigar, denunciar y criticar, como por ejemplo la permisividad del expresidente Correa con las FARC; precisamente por investigar este hecho cayeron asesinados cobardemente tres valerosos miembros del diario El Comercio; también cuatro infantes de Marina, quienes constituyen un ejemplo de patriotismo.
Ahora, Correa, sin poder ni leyes protectoras ni paniaguados jueces, debe responder legalmente. Aplicando sus expresiones, le recordamos: “Prohibido olvidar”. (O)
Lic. César Burgos Flor