Ocurrió porque así es la democracia, todos tienen derecho a dar su punto de vista. El jueves pasado, sectores de oposición marcharon en varias ciudades, y más allá de la filtraciones de políticos de la partidocracia, está bien que si un ciudadano de a pie no está de acuerdo con alguna medida demuestre su rechazo. Pero ahora, ¿qué tal si salimos a las calles, pero con propuestas? ¿Por qué se insiste en movilizarse con la finalidad de insultar, de dañar propiedad privada, de dar discursos retóricos sin idea alguna?

Es hora de que en el país se instaure una oposición que sea proactiva, que dé ‘soluciones’ a lo que ellos ven como un problema.

Dicen que las salvaguardias perjudicarán a la economía local, pero entonces las cabezas visibles de la marcha del pasado jueves están en la obligación de dar salidas reales a la crisis comercial mundial que soporta la región. Es hora de pasar del ‘todo está mal’ al ‘esto está mal, hay que hacer esto’.

Ahora, el Gobierno tampoco puede hacerse de oídos sordos. El Ejecutivo también tiene que abrir canales de diálogo con sectores legítimos de oposición. Es verdad, el Gobierno aún goza de un alto nivel de credibilidad, pero recuerden que ya van 8 años de administración y es obvio el desgaste que esto puede generar. El diálogo siempre será la mejor salida para enfrentar tiempos de crisis, ya sean económicos como políticos.

Vicente Páez
Guayaquil