Saludo respetuoso y cordial a la clase obrera de mi patria, pues este primero de mayo es su fiesta por naturaleza. Muchos son los logros alcanzados en este nuevo Ecuador, tendiendo el camino desde la Asamblea Nacional y con los aportes e insumos recogidos por la Comisión de Trabajadores, una reforma al Código de Trabajo que suma las voces de todos los involucrados.

¡Salud, noble obrero!, que con tu esfuerzo sacas adelante a tu familia; también a aquel que de forma humilde recibe su salario (a sabiendas de que merece más), pero aun así ha recurrido al camino noble del esfuerzo diario por ganarse dignamente el pan de cada día. Sin recurrir a ‘leguleyadas’ ni pisoteando a sus compañeros para lograr lo que tiene, ni aprovecharse de ninguna circunstancia.

Destacable actitud del gobierno del presidente Rafael Correa, que a través del pilar fundamental del socialismo: el ser humano por encima del capital, ha sabido hacer respetar los derechos laborales ante ciertos empresarios deshonestos y abusivos, aunque hay excepciones; también hay ciertas transnacionales que burlan la ley declarando cero utilidades, motivando que valientes seres se manifiesten contra este tipo de explotación y abuso.

Esperando justicia y equidad para todos y con la fe, esperanza y vista hacia el futuro, característica de un revolucionario. ¡Que viva el primero de mayo!... Lo celebramos en el orbe, a excepción de Estados Unidos y Canadá, ¡para variar!

Kléber Barragán Hernández