Por motivos de urgencia, en días anteriores tuve que llevar a un familiar mío a una casa de salud particular para que sea atendido de urgencia por un cuadro de taquicardia y baja de presión. Una vez en el área de emergencia de esta clínica que se ubica en el norte de Guayaquil y del cual prefiero omitir su nombre para no “levantar más polvo” me horrorizó -no encuentro un término más adecuado- el percatarme de la atención del médico de turno. A pesar del malestar de mi pariente, el galeno procuró preguntarnos si teníamos un seguro de salud para atendernos.

Al responderle que mi familiar es afiliado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) el doctor de turno nos dijo tajantemente que “los servicios de emergencia no son cubiertos por el Seguro Social”. En realidad dudo que esto sea cierto, pero por la desesperación del momento le dijimos al especialista que no importaba, que se cobrara lo que se tuviera que cobrar, pero que por favor atendiera rápido al paciente.

Pero eso no fue todo, el doctor exigió que el propio paciente -que a esas alturas ya tenía una coloración morada por la falta de oxígeno en su organismo- se acercara a la caja del hospital para cancelar los 25 dólares que cuesta los servicios de emergencia en dicho nosocomio.

Una vez que las facturas estuvieron registradas en el sistema, recién mi familiar fue atendido. No obstante, una vez que finalizó el servicio y el paciente estaba por retirarse, el mismo doctor le gritó al guardia que acompañara al paciente y a su padre hasta la caja, un acto que considero bochornoso para los usuarios de estos centros de salud particulares.

Más allá de esta experiencia personal, varios familiares y amigos me han confirmado que la atención que reciben los afiliados al IESS en hospitales, si bien ha mejorado, no es de excelencia. En varios casos son relegados en áreas de emergencia para ser atendidos luego de las personas que llegan con dinero en efectivo en la mano.

No quedan dudas de que el sistema de salud en el país ha dado cambios radicales para bien, gracias al trabajo del Gobierno y, sobre todo, del presidente Rafael Correa. Pero es obligación de la autoridades del IESS que recordemos que es un instituto autónomo, para vigilar cómo están siendo atendidos sus afiliados en los hospitales particulares.

Vicente Jaén Páez
C.C. 1200068326 
Guayaquil