Antes vino invitado por la Cámara de Industrias y Producción de Quito, ahora por el alcalde socialcristiano de Machala para dictar una conferencia sobre “Gobernabilidad, política y democracia en América Latina”. Se trata de Vicente Fox, ex presidente de México.
El miércoles 8 de junio estuvo en Ecuavisa para exponer soterradamente sus escuetos e infundados puntos de vista sobre la política ecuatoriana.
Escucharlo causa molestias en el televidente, por el descaro con que emite sus pronunciamientos, como si él fuera un dechado de virtudes políticas porque ocupó la presidencia del país azteca. Inclusive llegó a compararse con Nelson Mandela, cuando dijo que las personas pueden conseguir lo que quieren, como él, que fue un niño pobre, al igual que el líder sudafricano.
Aquí debo exponer que Fox nunca tuvo condición de pobre, lo que lo ubica como un mentiroso. Vicente Fox proviene de una familia acomodada y creció en el rancho familiar San Cristóbal, en el municipio de León. Sus estudios básicos los hizo en institutos católicos. Los superiores en Harvard. ¿De qué pobreza habla?
En su intervención televisiva repitió insistentemente que no se debe permitir que un gobernante tenga el poder sobre varios estamentos de la vida democrática, como queriendo endilgar sus conceptos al mandatario ecuatoriano.
Recuerdo que en el gobierno de Fox se intensificó el narcotráfico, que ahora tiene sumido al norte de México en una especie de guerra civil. Las famosas “mordidas” fueron el común denominador de la creciente corrupción en los entes gubernamentales aztecas, por lo cual el mismo Fox se ha visto envuelto en investigaciones sobre enriquecimiento ilícito, como son los casos Bribiesca y fraudes a Pemex usando la empresa Kilat. El mismo Vicente Fox en una ocasión abandonó una entrevista con Rubén Luengas, de la cadena Telemundo, al no querer responder las constantes acusaciones sobre sus múltiples propiedades y las de su esposa, Martha Sahagún.
El mexicano hizo hincapié en que un gobernante no debe hablar mucho, sino actuar. Pero no se acuerda que sus excesos verbales llevaron a que Andrés Manuel López Obrador reconviniera al entonces presidente Fox para que dejara de intervenir en la campaña electoral, con la frase de “¡cállese chachalaca!”.
Está claro que los políticos de derecha se sienten extasiados al escuchar las ponencias de quien trabajó en sus inicios en la multinacional Coca Cola, de la cual llegó a ser Director Nacional de Operaciones, Director de Mercadotecnia y presidente de la división de América Latina.
Si es así, qué bueno que reciban consejos de un empresario y mercadotecnista, pero no de un político que se entregó por entero a los intereses norteamericanos, a quienes pedía libertad de frontera para los mexicanos, pues basaba su economía en las remesas de los migrantes; pero que por otro lado en 2005 revocó unilateralmente acuerdos de amistad y cooperación que incluían la dispensa recíproca de visas con Ecuador y Brasil.
Atentamente,
Ramiro Serrano M.
Durán - Ecuador
