Poderes y oligarquías de siempre alborotan Ley de Comunicación
Señor Director, luego de 4 años que las grandes mayorías del pueblo ecuatoriano han estado esperando la promulgación de una ley que garantice en forma democrática la libertad de expresión, hoy que hemos conseguido de la Asamblea Nacional tan anhelado objetivo, los poderes y oligarquías de siempre vienen causando una cantidad de alborotos muy difíciles de entender, lo que sí está claro que la Ley de Comunicación les cortó la lengua a mediocres periodistas recaderos de politiqueros, de banqueros y ciertos grandes empresarios que se niegan a pagar impuestos, que de hoy en adelante por respeto a la ciudadanía y a las autoridades serán controlados para no difamar, calumniar, ni mentir tergiversando la verdad. Tampoco habrán canales de televisión que permitan a ciertos personajes de rancios partidos políticos tratarnos como gente ilusa, ingenua e ignorantes a los que votamos por Alianza PAIS en las últimas elecciones y que lo hicimos en respuesta a la ejecución de numerosos proyectos en obras cuyo fin es brindar días mejores a todos los habitantes de nuestra patria. Es de esperar que los periodistas de la llamada prensa “libre e independiente” piensen hasta tres veces para lanzar epítetos contra la primera autoridad del país y de una vez desechar la arrogancia y la prepotencia con gritos desafiantes. Sin embargo, llama la atención que todavía a nombre de la democracia y pésima interpretación de la ley y la Constitución de la República, un grupo de periodistas que conforman la SIP y la CIDH, hayan buscado con artimañas respaldo en estos organismos alegando contra la Ley de Comunicación y con igual propósito viajar hasta Colombia para unirse con periodistas de igual calaña para boicotear la ejecución de la ley. Más ridículo y chistoso resulta, ver que dirigentes del Partido Social Cristiano, encabezados por el asambleísta Luis Fernando Torres, hayan acudido a la Corte Constitucional con una cantidad de leguleyadas, para apelar, lo que ya fue aprobado por consenso en la Asamblea.
Asimismo nos obliga a sufrir vergüenza ajena Abdalá Bucaram del PRE al acudir a la CPCCS para presentar su impugnación contra el periodista Carlos Ochoa, integrante de la terna enviada por ejecutivo para el nombramiento de Superintendente de Información, a lo que la señora Lourdes Tibán, con mucho bla bla de Pachakutik, también se une, pero ventajosamente al decir que el señor Carlos Ochoa carece de méritos para el desempeño del cargo, estoy seguro que les fallará la puntería. Los ciudadanos honestos comprendemos que los opositores al presidente Rafael Correa solo tratan de apocar la imagen de su gobierno y no les gusta que haya un verdadero comunicador social cargado de ética periodística para publicitar la cristalización de obras que nos llevan por el camino del desarrollo que tiene como meta el Buen Vivir.
Nos colma la aspiración de que la Corte Constitucional formada por hombres honrados para hacer respetar la Constitución no dará paso a esas ridículas apelaciones producto de un revanchismo envenenado porque ya no tienen el poder y van bajoneados camino a la decadencia.
Atentamente,
Luis Calvas Ríos
C.I: 1702333772