En los últimos años la política exterior ecuatoriana dejó muchos cuestionamientos. Obviamente la que practican nuestros mandatarios, uno de los principales problemas en que realmente nos afecta es la situación calamitosa y de apremiante ayuda humanitaria que atraviesa el pueblo venezolano; nosotros en Ecuador podemos conversar y enterarnos diariamente de todas las catástrofes que viven y atraviesan quienes no se alinean con el régimen del señor Maduro, quien sí puede darse lujos que un conciudadano suyo no podría ni en sueños...
En la década pasada, especialmente el exmandatario Rafael Correa y sus fervientes y obedientes (seguidores) apoyaron hasta en las más altas instancias la triste situación del pueblo venezolano. Hoy que hemos retornado bastante a la democracia, en Ecuador observamos con beneplácito y así deseo expresarlo públicamente al presidente Moreno, que toma una medida, aunque paliativa, ya es marcar una distancia con la dictadura venezolana, al expulsar a la embajadora del país de facto. Esperemos que la ayuda humanitaria continúe y, sobre todo, que en el país llanero existan cambios radicales, pero en favor de la población que muere de hambre.
Solamente queda un clamor nacional, y se trata del hecho de que nos expliquen cuál es el motivo de que el señor Assange siga siendo un mantenido cuando en Ecuador, en la misma campaña exitosa que lleva acabo la señora Rocío González de Moreno, podemos mirar claramente que existen muchos ecuatorianos que necesitan de nuestra ayuda.
Ojalá se nos explique cómo obtuvo una pseudonacionalidad que a muchos nos honra ostentarla, como es la de ser ecuatoriano. (O)
Dr. Fabián Guarderas Jijón