El Comité de Derechos Humanos envió un boletín de prensa manifestando su preocupación porque el dirigente campesino Marlon Lozano había sido baleado ayer en la tarde (murió ayer en la noche) ante lo que Emilio Palacio responde “eres un cobarde, acaso El Universo no existe”.

La respuesta de Palacio que pone por delante el negocio de una familia a la vida de un ser humano nos debe llevar a reflexionar sobre la necesidad de recuperar nuestros valores para hacer posible una convivencia con discrepancias pero en paz.

En la transformación política, económica y social que vive el Ecuador siempre ha estado  el derecho al “buen vivir” por delante de los grandes negocios y los deseos de acumulación desmedida de ciertos grupos de poder. El señor Palacio es un empleado de esos grupos de poder, me imagino que con su respuesta estará pretendiendo que le suban su sueldo por su irreverente respuesta o que pretende.

Estos grupos de poder que ahora pretenden presentarse como paladines de la libertad de expresión, son los mismos que nos mintieron sobre los textos de la Constitución de Montecristi y que ahora la usan para defender sus particulares intereses; son los mismos que dan tribuna a los dueños de medios agrupados en el SIP y no dan espacios a los voceros de las demandas de participación de organizaciones guayaquileñas; son los mismos que se han convertido en voceros de los conspiradores, los que dicen que el 30-S fue un sainete y ahora pretenden presentarse como demócratas.

La libertad de expresión no está en juego en este proceso, lo que está en juego es un negocio que un grupo de herederos no ha sabido administrar porque entre otros errores han contratado a malos, viscerales que no han cumplido responsablemente con la tarea encomendada.

La libertad de empresa tampoco está en juego en este proceso revolucionario; la economía social y solidaria se plantea una sociedad de propietarios y emprendedores, pretendemos que con su iniciativa todos los ecuatorianos aportemos al desarrollo, apoyándolo con crédito, capacitación y recursos.

Este texto pretende ser un homenaje al dirigente campesino asesinado que demandaba un pedazo de tierra para trabajar, prosperar y aportar al desarrollo


Luis Cubillos
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