Ecuador es un pueblo bendecido por el Creador en cuanto a la fertilidad de sus tierras y diversidad de climas, y por la existencia de yacimientos petroleros en ciertas zonas de nuestra geografía nacional.
A raíz de la década del 70 hasta el presente, como pueblo exportador se han presentado y en varios gobiernos, las fluctuaciones del precio internacional del barril de crudo. Todo lo cual ha dado lugar a que los gobiernos de turno manejen la situación económica a su conveniencia.
A manera de remembranza podemos decir que antes del descubrimiento de yacimientos (petroleros de 1970), nuestro país vivía de la exportación agrícola (banano, café, cacao, etc.) con una economía medianamente estable.
Es a raíz de las exportaciones petroleras que se han dado los mayores problemas de nuestra economía. ¿Será acaso por un manejo económico despilfarrador e irresponsable, entrega de la explotación petrolera a manos de empresas multinacionales, abuso y manejo inadecuado de la deuda externa o alguna otra razón desconocida por los ecuatorianos?
Pregunto: ¿por qué en alrededor de 40 años y en tiempos de bonanza petrolera, algunos gobiernos no daban paso a la construcción de grandes carreteras, nuevos y equipados hospitales, nuevas escuelas y colegios, hidroeléctrica, represas y más obras de infraestructura?
A manera de reflexión:
Hoy en nuestro país y en otros considerados ‘desarrollados’ están pasando por un momento difícil en sus economías, en algunos casos por los bajos precios del barril de crudo, en otros por las caída de la bolsa de valores, las devaluaciones, y otros por guerras.
Para entender mejor la situación económica es preferible vivirla desde adentro y no desde afuera.
Es el caso de los que solo manejan el sistema o son parte del mismo.
Para mejorar situaciones debemos escuchar tanto a los toreros como a los espectadores del rodeo.
Mirar el panorama desde varios ángulos es saludable y necesario.
La disminución de los depósitos bancarios, la aparente disminución de ventas en el sector del comercio, servicio y otros, pueden darnos la pauta de lo que podría estar sucediendo en nuestra economía, pero todo aquello es manejable y no nos debe asustar ni merece el calificativo catastrófico como muchos analistas quieren hacernos creer.
La irresponsabilidad y la catástrofe económica de 1999 y 2000, con el feriado bancario, el cambio del sucre al dólar y todas sus secuelas provocadas, son medidas que no podemos comparar con lo que ocurre actualmente en el país.
Los golpes de la crisis o más bien catástrofe de aquella época fueron tan duros que provocaron muerte, migración, desempleo, pobreza y más.
Nada de esto se compara con lo que vivimos actualmente y las ayudas que se han entregado.
Atentamente
Ing. Miguel Campos Arévalo
C.C. 0907586986