La felicidad, más que un deber, es un derecho. Busca que te acompañe, suscríbete al principio de la felicidad, que no cuesta nada, se constituye proyecto de vida ideal.
Es un requerimiento básico que consta de hacer felices a los demás, mucho más cuando tienes una familia que te apoya, un trabajo honorable, sinceros amigos que te aprecian.
Es necesario conjugar verbos positivos en todas sus formas que te permitan sentirte un mejor ser humano, como por ejemplo: amar, querer, reír, bailar, cantar, disfrutar, alegrar, sonreír. Igualmente se debe promover las buenas costumbres, de manera especial las que tienen que ver con la urbanidad.
Nada nos cuesta decir: buenos días, buenas tardes, buenas noches, gracias, con su permiso. (O)
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo