Sobre las jugadas colombianas de sumisión a los EE.UU., sumándose a la OTAN y firmando un TLC con Israel, Jorge Núñez nos ha proporcionado sus bases históricas en dos editoriales. Se trata de maniobras orientadas a romper la integración latinoamericana que cobró vida con Chávez y que parecía entrar en una nueva etapa. Y ahí están Chile, México y Colombia, particularmente, firmando varios TLC y deteniendo en la práctica los esfuerzos integradores de los vecinos.
Aparte de los espionajes mundiales denunciados, otro asunto que debería mover la respuesta global es el uso de los llamados drones o aviones no tripulados con los que inicialmente (desde hace unos 20 años) se ha realizado espionaje en todo el mundo y cuya “innovación” es utilizarlos como instrumento de asesinatos selectivos en el lugar del mundo que ellos escojan.
Hasta ahora EE.UU. e Israel son los principales productores y usuarios de dichas naves, habiéndose asesinado a unas 4.000 personas (según Telesur). ¿Un estado de guerra mundial no declarado? Dependemos en lo económico de los Estados con los que comerciamos y de aquellos que nos han vendido armamento, pero hoy el Gobierno ha marcado los límites.
Con seguridad tenemos ya drones recolectando información sobre posibles escondites para potenciales refugiados o mandatarios incómodos.
Oswaldo Mantilla