Las enfermedades mentales en Ecuador van en aumento, muchas personas no logran entender el porqué del cambio en su comportamiento, el estrés de la vida diaria, las condiciones de trabajo o falta del mismo, la situación económica, la inactividad, la falta de una buena alimentación; y por último, la politiquería, el cinismo, la mentira, el atraco y la corrupción institucionalizada que todo lo destruye son, entre otras, las causas que provocan depresión, ansiedad, angustia y miedo.
No podemos olvidar el aumento en el consumo de sustancias psicoactivas. El estrés es un mecanismo natural de adaptación que tenemos todos los seres vivos y que, al no ser tratado a tiempo, trae consecuencias. El cerebro libera la adrenalina, esta a su vez desarrolla una serie de acontecimientos químicos en las personas produciendo angustia y depresión. Las tensiones de la vida diaria, llena de problemas, desencadenan conflictos permanentes en el campo social, familiar, de trabajo, estudios, etc., que hacen más difíciles las relaciones interpersonales producidas por cargas importantes de estrés que luego se transforman en trastornos mentales.
Los problemas no solucionados en la infancia y la juventud generan trastornos psicológicos que cuando se llega a la edad adulta desequilibran la personalidad de quienes no pudieron solucionarlos a tiempo. La adicción a las drogas, el alcohol o cualquier otro tipo de estupefacientes, que en el país se encuentran con mucha facilidad, desencadenan enfermedades y problemas mentales mucho más graves que no pueden ser tratados de forma ambulatoria ante el cierre de áreas de psicorrehabilitación en los centros hospitalarios. No olvidemos que el consumo de marihuana es una de las causas de la temible esquizofrenia.
Los trastornos mentales se pueden prevenir si entendemos que la vida psíquica responde al concepto de unidad, como la vida misma, no está formada por partes. Las faltas a la ética, la moral, la justicia y la dignidad de las personas hay que tratarlas en centros especializados, antes de que los responsables se sientan perseguidos políticos, olviden hechos pasados o se declaren locos de remate. (O)
Dr. Rodrigo Contero Peñafiel