Existen 2 tipos de personas en el mundo: los que aprenden por amor y los que aprenden por dolor.
En Fuerzas Armadas, sobre todo en el manejo de explosivos, es más fácil entender que el primer error es el último. Dicho de otro modo, hay personas que ponen a trabajar su ángel de la guarda horas extras, hasta que tarde o temprano sufren un terrible accidente que les cambia la vida radicalmente.
El ecuatoriano debe desaprender malas costumbres en su forma de conducir y vivir; adoptar nuevos hábitos de prevención y respeto a las leyes, de lo contrario las carreteras y sus propias vidas seguirán tiñéndose de sangre, garantizando el aprendizaje por dolor y promoviendo esa imagen del país al mundo. (O)
Lcdo. Gunnar Lundh
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