Cada vez que voy al comisariato o supermercado y me apilan las compras en bolsas o recipientes plásticos, saltan a mi mente las alarmantes noticias del mundo sobre lo que sufre el planeta en su situación ambiental, con la proliferación del uso desmedido de fundas y recipientes plásticos, que necesitan más de 100 años para desintegrarse, envenenando a la tierra en sus cauces hidrográficos, como son ríos, lagunas, mares, etc., afectando la convivencia de la naturaleza en su aspecto vegetal, animal y humano.
Recuerdo mi época de niño y adolescente en mi natal Chaguarpamba, Loja, cuando me mandaban de compras a las tiendas, usábamos la alforja, talega o bolsas de papel, para el empaque de las compras. Podríamos implementar su uso, hasta que la industria y la tecnología sustituya con materiales más benignos, los actuales productos contaminantes. Es una idea. (O)
Ab. Milton G. Ramírez Ochoa