Con cierto estupor he reaccionado ante la enunciación del representante gubernamental respecto a los tecnólogos que muy pronto serán de tercer nivel educativo. Es mi sorpresa, pues no existe la manera, forma o dictamen científico, que ratifiquen la igualdad de un alma mater ante un instituto tecnológico.
El tipo de educación impartida en los salones universitarios es muy diferente y atractiva mentalmente; lamentablemente no puedo decir lo mismo de los tecnologados. Unos meses de educación casi pírrica tecnológica no equivalen al esfuerzo de varios años de un profesional universitario.
Al parecer, no se considera la calidad de conocimiento, el ecuatoriano con esta clase de decisiones no se esfuerza mentalmente. Permitir que un tecnólogo pueda seguir un titulo de cuarto nivel no es igualdad, significa -literalmente- vagancia mental y un abuso a la propiedad mental de educación superior. (O)
Miguel Ángel Andrade Ortiz