Sr. Director
Diario El Telégrafo
Por medio de la presente quiero expresar mi rechazo a ciertas actitudes poco razonables de los señores taxistas que no quieren coger carreras que tienen acercamiento por la avenida de Las Américas ni al terminal terrestre.
Cuando el usuario les solicita sus servicios, el conductor pregunta: a dónde va. Si la respuesta es a los sitios que he descrito, ellos responden: “para allá no voy”.
Esta actitud poco profesional obliga al ciudadano a tomar el primer vehículo que se ofrezca para hacer la carrera, ya sea taxi amarillo (regularizado) o cualquiera de los denominados “piratas”, poniendo inclusive en peligro la integridad ante los peligros que se ciernen por los inescrupulosos que en mayor número los utilizan para sus atracos.
Los taxistas amarillos, que tanto reclaman por sus derechos de exclusividad y por oponerse a la regularización de los taxis llamados “ejecutivos”, deberían entonces hacer un “mea culpa” y comprender que un trabajo debe sostenérselo con tezón, y que lo importante para ello es brindar un buen servicio al usuario.
Si ellos no están prestos a funcionar cuando el tráfico se pone pesado, entonces deben dar paso a que se regularicen quienes sí quieren trabajar.
Atentamente,
Luis Angel Altamirano C.