El Gobierno anunció la semana anterior que comprará a los exportadores de banano el excedente que está provocando una sobreoferta del fruto en el mercado nacional.
Desde esa declaración se ha especulado sobre el destino que tendrán estos productos, por lo que me permito hacerle unas sugerencias al presidente de la República, Rafael Correa, para el destino del banano.
Sería favorable que el Ministerio de Agricultura junto con el de Educación desarrollen un programa en las escuelas públicas, para que el excedente que compre el Ejecutivo -y que sea fruta de exportación y no de rechazo- sea distribuido entre los escolares para que mejore su nivel nutricional.
Otra propuesta sería que las unidades educativas reciban el producto y lo almacenen para que lo entreguen a las madres de familia de los alumnos para que los niños, en sus casas, puedan consumir esa fruta.
Vicente Jaén
Guayaquil