Durante los últimos diez años, los siniestros de incendio se han incrementado y se han dado en mayor cantidad en lugares pobres de Guayaquil (Guasmo y Bastión Popular), debido a la precaria instalación de energía eléctrica en las viviendas, en algunos casos por falta de recursos y en otros por robar energía para su hogar; sin embargo, estos siniestros, en menor cantidad, para sorpresa de todos, también se han presentado en lugares urbanísticos y céntricos que tienen recursos para una buena y moderna instalación eléctrica, pero el motivo casi siempre ha sido un cortocircuito, como en los casos de los sectores marginales.
En el caso de los pobres, los siniestros no están asegurados, pero en el de los lugares urbanísticos y céntricos sí lo están, y cobran a las compañías de seguros por las pérdidas materiales, aunque en algunos casos también hay pérdidas humanas que no tienen precio y que no están aseguradas; por eso, a más de la certificación del Cuerpo de Bomberos, debe haber un informe de un perito que no sea juez y parte sobre la causa del incendio, para cobrar el seguro.
Para que haya independencia en la justificación del pago del seguro de incendio debe existir una evaluación de las medidas de seguridad de la propiedad siniestrada, efectuada por una institución diferente a la que supervisa anualmente las citadas medidas, para que no ocurra otro flagelo en el futuro y proteger la vida de su propietario.
Reflexión:
Si el sistema de seguridad contra incendio es perfecto, ¿por qué existen pérdidas humanas en los siniestros? Si un edificio es moderno y su instalación eléctrica es técnica y profesional, de acuerdo a sus necesidades, ¿por qué el origen del siniestro es por cortocircuito? Si el sistema de seguridad contra incendio es supervisado y corregido anualmente, ¿por qué ocurren los siniestros en los lugares urbanísticos y céntricos de Guayaquil? ¿Los siniestros ocurren accidentalmente para cobrar el seguro?
Atentamente
Econ. Ángel Calderón Mayorga
C.C. 0903359776